En una movida que ha causado revuelo dentro y fuera de su partido, la senadora Paloma Valencia aseguró que consideraría renunciar a su campaña presidencial para respaldar a Miguel Uribe Turbay, actual senador del Centro Democrático y víctima de un atentado ocurrido el pasado 7 de junio. Mientras tanto, Uribe permanece en la UCI con pronóstico neurológico reservado.
El anuncio llega justo cuando el Consejo de Estado estudia una demanda de pérdida de investidura contra Uribe, interpuesta por un sindicato de trabajadores que lo acusa de haber hecho proselitismo en tiempos no autorizados. La acción ha sido duramente criticada por sectores del uribismo, que la califican como injusta e inoportuna.
Paloma Valencia fue enfática al rechazar la demanda. Argumentó que los congresistas, por la naturaleza de su función pública, están permanentemente en campaña. “No existe una prohibición expresa para hacer política. Esta acusación no debería ser motivo para perder la investidura”, afirmó.
La senadora también alertó sobre los efectos políticos de este tipo de acciones legales. A su juicio, profundizan la polarización y desvían la atención de temas urgentes. “En este momento, el país necesita unidad. No más ataques entre colombianos”, dijo. Con tono emocional, expresó su respaldo irrestricto a Uribe Turbay y lo perfiló como un eventual líder nacional. “Si sale adelante, será presidente. Renunciar sería lo mínimo después de lo que ha vivido”, sostuvo.
Futuro político y judicial en vilo
El estado de salud de Miguel Uribe continúa siendo grave. El más reciente parte médico, emitido el 24 de junio por la Fundación Santa Fe de Bogotá, señala que el senador sigue bajo manejo intensivo. Su evolución ha entrado en fase subaguda, lo cual significa una leve desescalada en la severidad clínica, aunque sin garantías sobre su recuperación neurológica. Esta etapa se caracteriza por síntomas aún relevantes, pero de menor intensidad que en la fase aguda.
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Mientras tanto, el Consejo de Estado no ha decidido si admite o no la demanda de pérdida de investidura. Según la senadora, es probable que no prospere. “No hay pruebas de dolo. El proceso debería ser inadmitido”, afirmó. Paloma Valencia concluyó su declaración recordando que a raíz de lo de Miguel Uribe, Colombia no puede retroceder a épocas marcadas por el miedo, los atentados y los magnicidios. “Este momento debe enseñarnos a caminar como país”, insistió. El caso de Miguel Uribe sigue siendo una incógnita tanto médica como política. Pero, para figuras como Paloma Valencia, representa una esperanza aún viva.
