La justicia de Estados Unidos condenó a cadena perpetua a Stefan Andrés Correa, un ciudadano ecuatoriano-estadounidense, por abusar de niñas menores de edad en Medellín. El hombre viajó 48 veces a Medellín, entre 2020 y 2024, para tener encuentros sexuales con niñas entre 9 y 12 años explotadas sexualmente. Otras dos mujeres, identificadas como proxenetas, fueron capturadas.
Al extranjero lo capturaron el año pasado en el Aeropuerto Internacional de Miami cuando estaba a punto de abordar un vuelo a Bogotá. En su equipaje encontraron varios celulares con videos y fotos de menores, así como con los encuentros sexuales que sostenía. En chats con proxenetas, el hombre describía cómo buscaba a las niñas, a quienes les ofrecía plata en efectivo y celulares de alta gama.
El abusador fue imputado por los delitos de intento de tráfico sexual de un menor e intento de viajar al extranjero con la intención de participar en conductas sexual ilícita con menores. El caso de Correa se suma al del ciudadano estadounidense Timothy Alan, a quien encontraron con dos menores de edad en un hotel de El Poblado, Medellín, en abril del año pasado.
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La Alcaldía de Medellín celebró la cadena perpetua a Stefan Correa
“Esta condena es solo un paso, seguimos avanzando con procesos penales contra los cómplices de Correa y trabajando para capturarlos. Nuestra lucha es firme, sin tregua y sin impunidad”, dijo la Alcaldía. “Es todo un desgraciado”, aseguró por su parte el alcalde Federico Gutiérrez.
Gutiérrez además celebró la Operación Cazador de la Policía, puesta en marcha en abril de este año. A través de ella, fue que se logró capturar y condenar al abusador. La investigación también dio con la captura de María Camila Cuervo y Lina Marcela Velásquez, dos proxenetas que comercializaban niñas entre 9 y 12 años de edad. Una de ellas, que se hacía llamar ‘Liliana’, fue condenada a 21 años de cárcel.
La explotación sexual en el país y Medellín
La explotación sexual en Colombia es una realidad. Entre 2020 y 2023, según la Procuraduría, hubo 109 casos de trata de personas. Además, aumentó en un 400% el uso de menores de edad entre 12 y 17 años. En mayo del año pasado, la Defensoría del Pueblo alertó que había atendido 79 casos de trata de personas. De esos, el 62% era de explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes.
La Procuraduría informó que los focos críticos están en La Guajira, el tapón del Darién y zonas fronterizas. Sin embargo, la problemática tiene una particular concentración en Medellín, capital de Antioquia. Esa ciudad se convirtió en la ciudad favorita del turismo extranjero. Según la Secretaría de Turismo de Medellín, en 2024 visitaron la ciudad 1.300.000 de estadounidenses.
En el marco de este turismo, así como de otras condiciones culturales y sociales de Medellín, la ciudad se volvió un foco de la prostitución y la explotación sexual de menores. Tal como lo ilustra este reportaje de BBC News, El Poblado —una de las zonas rosa de Medellín— se convirtió en un sector exclusivo para estas prácticas. El punto de encuentro es el Parque Lleras, el cual se inunda de turistas y mujeres en las noches. Y está rodeado de discotecas, restaurantes y hoteles.
Esa zona de Medellín no ha estado libre de escándalos. El año pasado, el caso de Timothy Alan causó revuelo. El hombre de 36 años ingresó al Hotel Gotham con dos menores de 13 años y, al aparecer, sostuvo relaciones sexuales con ellas a cambio de dinero. Su ingreso no tuvo ningún control del hotel. Y la Policía lo dejó ir. Ese caso fue rechazado por todos los sectores y por el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
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