En medio de una creciente preocupación ciudadana por la imposibilidad de agendar citas para obtener el pasaporte, la Cancillería de Colombia informó que el sistema de atención se encuentra operando a su máxima capacidad debido a una alta afluencia de usuarios. Tan solo en la sede centro de Bogotá se están procesando hasta 4.600 solicitudes diarias, mientras que otras sedes como gobernaciones, CADE y consulados reportan normalidad en sus servicios.
La canciller saliente, Laura Sarabia, quien continúa en funciones mientras se define su reemplazo, aseguró que el trámite está garantizado. “Mientras yo sea la Canciller, los pasaportes de todos los colombianos están garantizados”, afirmó. Su declaración busca calmar la incertidumbre generada tras días de congestión en el sistema de citas y crecientes críticas por la gestión del proceso de expedición.
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La Cancillería hizo un llamado a la ciudadanía para que, si su pasaporte sigue vigente y no tiene planes de viaje inmediatos, se abstenga de solicitar cita, de modo que se pueda priorizar a quienes realmente necesitan el documento de forma urgente. “Agradecemos la paciencia y comprensión de quienes no han logrado agendar. Nuestro equipo está comprometido en garantizar que nadie se quede sin su pasaporte”, indicó la entidad.
Decisiones de alto nivel en el Gobierno influyó en la situación de los documentos
El fondo de la situación tiene relación con decisiones de alto nivel en el Gobierno. La negativa del presidente Gustavo Petro de renovar el contrato con la firma Thomas Greg and Sons provocó la salida del excanciller Álvaro Leyva, y recientemente la renuncia de Sarabia, quien se apartó señalando diferencias con las nuevas directrices. El Gobierno busca ahora trasladar la impresión de pasaportes a la Imprenta Nacional, entidad que según voces internas no cuenta con la capacidad técnica ni logística para asumir el proceso de forma inmediata.
Mientras tanto, la Cancillería planea firmar en septiembre un nuevo contrato con la Casa de la Moneda de Portugal, opción que requeriría al menos 35 semanas de implementación. El manejo de este cambio quedó en manos del jefe de Despacho, Alfredo Saade, generando nuevas dudas sobre el futuro cercano del servicio.
Finalmente, la Cancillería reiteró que continuará trabajando con el acompañamiento de la Procuraduría y la Contraloría para asegurar la transparencia y la continuidad del proceso. También se insistió en consultar únicamente los canales oficiales para evitar caer en desinformación o fraudes.