Un paciente apuñaló a un médico de 59 años con arma blanca en un consultorio médico de la IPS Viva 1A —de la Nueva EPS— ubicado en el sector de Guayabal, al sur de Medellín. El hombre, quien ingresó de manera sorpresiva al consultorio el pasado 8 de julio cerca de las 2 de la tarde, lo apuñaló en su cabeza y cerca de una oreja. El ataque causó revuelo entre los pacientes presentes, quienes alertaron la situación.
El médico fue traslado a un centro hospitalario minutos después del ataque. El agresor fue detenido por ciudadanos que lo persiguieron unas cuantas cuadras, hasta la carrera 21 con calle 6ta. A ese sector llegó el cuadrante de la Policía, la cual informó que el responsable tiene 42 años y fue puesto a disposición de la Fiscalía.
Por su parte, la IPS Viva 1A rechazó lo sucedido e informó que el médico se encuentra fuera de peligro. “Este hecho, que condenamos enérgicamente, atenta contra la integridad y seguridad de nuestros profesionales de la salud. Además, es importante destacar que este tipo de incidentes no solo afecta a quienes trabajan incansablemente para cuidar la salud, sino que también pone en riesgo el bienestar general de los pacientes”, comunicó.
Un médico fue asesinado en su consultorio hace un año
El 18 de abril del 2024, el urólogo Juan Guillermo Aristizábal fue asesinado por Jhon Ferney Cano en la Clínica Medellín. Cano ingresó al consultorio donde trabajaba el urólogo, le disparó en repetidas ocasiones, luego encendió fuego en el lugar y él se suicidó. El hecho conmocionó al país, particularmente porque Cano dejó un libro en el que había anticipado el asesinato del médico, quien le practicó una cirugía días antes.
“Mi objetivo ahora es darle muerte a ese infame urólogo. Él me engañó, ahora deberá pagar. Es un vil tramposo aprovechado. Me he enterado de que también lesionó a otro chico. Alguien tiene que frenarlo y estoy dispuesto a pagar el precio que sea necesario, incluso con mi vida”, se lee en sus memorias. El hecho fue rechazado por gremios médicos, quienes pidieron protección y respeto a sus vidas.
Últimos atentados en centros de salud del país
El pasado 29 de mayo, un hombre provocó un incendio en la sede de la EPS Cajacopi de Maicao, La Guajira. Lo habría hecho por la demora en la atención médica de su hijo de nueve años, quien necesitaba de un tratamiento para tratar una afección en sus ojos. Aunque la EPS entendió las razones por las cuales lo hizo, rechazó el hecho que puso en riesgo la vida de pacientes y trabajadores que estaban presentes.
Un mes después de lo sucedido, el 29 de junio, un paciente agredió al personal médico del área de urgencias del Hospital La Misericordia, en Calarcá, Quindío. El hombre atacó a enfermeras y médicos con golpes e insultos. Según informó el hospital, una mujer embarazada también resultó afectada, así como las instalaciones del centro. Un hecho similar ocurrió a mediados del 2024 en la Clínica Gestión Salud en Cartagena.
Además de estos hechos, a principios de este año, las disidencias de las extintas Farc atacaron con drones y explosivos un centro médico temporal en Micay, Cauca. El presidente Gustavo Petro rechazó el atentado, dijo que había sido una violación al derecho internacional humanitario y que deben ser juzgados como crímenes contra la población civil.
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