El presidente Gustavo Petro cuestionó al Banco de La República por pedirle a la Corte Constitucional aplazar por tres meses la entrada en vigencia de la reforma pensional en el país. Lo hizo en respuesta a un trino del presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, quien además criticó al BanRep por mantener las tasas de interés altas y hacer pronunciamientos desde “la oposición disfrazada de ineficacia administrativa”.
“La junta directiva del Banco de la República por ideología y prejuicios, odio de clase dirían, está llevando la economía colombiana hacia el vampirismo financiero”, dijo el presidente. Petro además señaló que los bancos se crearon para impulsar la producción y no para “aplastarla”, insinuando que el BanRep lo hace.
No es la primera vez que Petro se va en contra del BanRep. En el pasado ha criticado a su junta directiva y a las decisiones que ha tomado en torno a la economía. Por su parte, el BanRep se defiende y niega cualquier maniobra para no implementar la reforma pensional. “El Banco lamenta las interpretaciones erradas que se han dado”, dice.
Las tensiones entre Petro y el BanRep
Las tensiones entre el presidente Petro y el Banco de la República han sido una recurrentes en su gobierno. Estas se centran principalmente en las diferencias de enfoque sobre la política monetaria y el papel del Banco Central en la economía. Petro ha criticado consistentemente al Banco de la República por mantener tasas de interés elevadas. Actualmente están en el 9,25%.
Argumenta que estas tasas “estrangulan” el crecimiento económico, la inversión y la demanda interna, y que son las culpables de la desaceleración y la falta de nuevos proyectos de construcción en el país. Por su parte, el Banco de la República defiende sus decisiones argumentando que son necesarias para controlar la inflación, que aún se mantiene por encima del objetivo, y que las expectativas inflacionarias siguen siendo altas.
Además, el presidente ha arremetido en contra de su junta directiva, a la que señala de actuar bajo intereses políticos e incluso de ser “uribistas”. En respuesta a estos cuestionamientos, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, y otros miembros de la Junta han defendido su institucionalidad, reiterando que actúan con criterios técnicos y la autonomía declarada en la Constitución.
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