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MinTrabajo ordena inspección urgente a la ARL de D1

MinTrabajo reveló fallas en salud, jornadas y derechos sindicales tras visitas a tiendas D1. La empresa deberá implementar mejoras.

Un nuevo capítulo de tensión se abre para la cadena de supermercados Tiendas D1. El Ministerio de Trabajo acaba de ordenar una inspección urgente a su Administradora de Riesgos Laborales (ARL), luego de realizar una serie de visitas que dejaron al descubierto preocupaciones profundas sobre el estado laboral de sus trabajadores. En total, fueron 263 visitas en diferentes puntos del país, acompañadas de unas 400 entrevistas con empleados, que revelaron un panorama crítico en cuanto a seguridad, condiciones físicas, jornada laboral y derechos sindicales.

Durante los recorridos, que se extendieron por más de diez días, el Ministerio encontró un conjunto de fallas que abarcan desde la salud física y mental de los empleados hasta aspectos estructurales en las tiendas. Fue el ministro Antonio Sanguino quien, en una rueda de prensa este lunes, confirmó que lo hallado ameritaba una acción inmediata. Y no se trata solo de irregularidades menores, sino de posibles violaciones sistemáticas a la normativa laboral vigente, que comprometen tanto el bienestar de los trabajadores como la responsabilidad de la empresa ante la ley.

Jornadas extenuantes, múltiples tareas y sin almuerzo

Uno de los puntos más sensibles del informe tiene que ver con el manejo de los horarios. Varios trabajadores aseguraron que sus jornadas son de ocho horas seguidas, pero solo se les permite una pausa de 30 minutos, sin acceso formal a tiempos de almuerzo o cena. Además, a muchos empleados contratados bajo la figura “Part Time” se les exige disponibilidad total para cubrir turnos como si se tratara de una jornada completa. A eso se suma que en muchos casos no se registran las horas extras, lo que impide su pago y deja en el aire la transparencia del sistema.

Más preocupante aún es que a una sola persona se le encomiendan múltiples funciones al mismo tiempo: desde manejar la caja, hasta surtir estanterías, limpiar, descargar camiones y cuidar el lugar. La sobrecarga es tal que varios empleados describieron su rutina como “imposible de sostener”. En cuanto a los conductores, se reportaron turnos de más de 12 horas sin acompañamiento, exponiéndolos no solo al agotamiento, sino a accidentes.

El estado de las tiendas también fue objeto de análisis. Muchas de ellas presentan infraestructura inadecuada, con bodegas reducidas, pasillos bloqueados y sistemas eléctricos peligrosos. El Ministerio alertó sobre la falta de espacios mínimos para el descanso del personal o para tomar los alimentos. Incluso, se detectó que en la mayoría de puntos solo hay un baño mixto, lo que va en contravía de estándares mínimos de dignidad y salud pública.

A esto se suma la ausencia total de salas de lactancia, lo que representa una barrera directa para trabajadoras en etapa de maternidad. Además, no hay protocolos claros frente al acoso laboral o la violencia en el entorno de trabajo, lo que deja desprotegidas a las víctimas y permite que estos hechos pasen inadvertidos.

Riesgos para la salud mental y falta de apoyo

Los relatos recogidos durante la investigación dejaron en evidencia un patrón común: niveles elevados de estrés, trastornos del sueño y dolores físicos asociados a la carga laboral. Para el Ministerio, estos síntomas indican un riesgo psicosocial desatendido, ya que la empresa no cuenta con sistemas claros para prevenir o acompañar estas afectaciones. Además, no existen pausas activas ni un manejo adecuado del mobiliario, lo que incrementa la exposición a lesiones.

El informe también señala que no hay seguimiento a los accidentes laborales, muchos de los cuales no fueron reportados oficialmente, lo que representa un incumplimiento grave. A esto se suma el desconocimiento generalizado entre los empleados sobre sus propios derechos, así como la ausencia de manuales de funciones y contratos físicos, elementos esenciales en cualquier relación laboral formal.

Uno de los hallazgos más delicados se relaciona con la libertad sindical. Según la información recogida por el Ministerio, en D1 se han presentado casos de persecución a líderes sindicales, así como retaliaciones contra empleados afiliados a sindicatos. También se registró un incumplimiento de acuerdos colectivos y una ausencia total de formación sindical entre el personal, lo cual vulnera derechos fundamentales consagrados en la legislación laboral colombiana.

Este panorama motivó al Ministerio a entregar 10 recomendaciones puntuales a la empresa, entre ellas la adecuación de infraestructura, el fortalecimiento de comités internos, y la revisión urgente del modelo de contratación y funciones asignadas. Además, se pidió garantizar libertad sindical, mejorar las condiciones de los cajeros, e incluir personal de vigilancia y aseo mediante contrataciones formales.

¿Y ahora qué sigue?

Con esta decisión, el Ministerio de Trabajo busca que la ARL correspondiente active planes de acción inmediatos que permitan verificar el cumplimiento de la normativa y prevenir mayores riesgos. El caso de D1 vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre las condiciones laborales en grandes cadenas de bajo costo, y sobre qué tanto se respetan los derechos de quienes hacen funcionar día a día estos negocios.

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Mientras tanto, el Ministerio dejó claro que seguirá monitoreando y que no descarta nuevas medidas sancionatorias si la empresa no acoge los planes de mejora establecidos.

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