El ministro del Interior, Armando Benedetti, protagonizó un emotivo momento durante un evento con consejeros municipales y locales de juventud en Sincelejo, Sucre, donde compartió detalles de su vida personal y su proceso de rehabilitación. Frente a cientos de jóvenes, y en compañía del alcalde de la ciudad, Yahir Acuña, el funcionario hizo una reflexión abierta sobre su pasado: “Yo soy un milagro de Dios. Me liberé de muchos males. La droga, por ejemplo”, afirmó, provocando una ovación espontánea del público.
Benedetti insistió en que el consumo de drogas y alcohol debe tratarse como una enfermedad y no como un estigma social, al tiempo que aseguró que su testimonio busca inspirar a quienes atraviesan situaciones similares: “Soy una persona rehabilitada. Toda persona merece una segunda oportunidad”. También aprovechó para hablar sobre su experiencia en la política, admitiendo que se ha enfrentado a frustraciones y derrotas en su intento por transformar el país desde lo público. “Lo importante hoy es que no se rindan, aunque todo esté en contra”, alentó a los jóvenes asistentes.
La intervención del ministro se produjo en medio de una controversia por el uso de una aeronave de la Policía Nacional por parte de Juliana Guerrero Jiménez, coordinadora del gabinete del Ministerio del Interior. Según la Procuraduría, la funcionaria habría viajado en junio desde Bogotá a Valledupar en un vuelo presuntamente con fines personales, acompañada de familiares.
Benedetti respaldo la legalidad del viaje y uso de la aeronave
Benedetti respaldó la apertura de la investigación y defendió la legalidad del viaje, al señalar que se realizó bajo un convenio interinstitucional vigente desde hace más de diez años. “El uso de esa aeronave fue legal y autorizado. La polémica es innecesaria”, afirmó. También precisó que la misión cumplida por Guerrero Jiménez permanece reservada por razones de seguridad.
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La Policía Nacional, por su parte, reiteró que su papel en estos traslados es únicamente logístico, limitándose a las verificaciones de rutina, sin intervenir en la naturaleza de los desplazamientos solicitados por otras entidades del Estado.
El presidente Gustavo Petro también se sumó al respaldo público del ministro, defendiendo a Guerrero y bajando el tono a las críticas sobre un presunto uso indebido de bienes públicos.
Con este episodio, Benedetti no solo ha captado la atención por su emotivo relato personal, sino también por su firme posición frente a cuestionamientos que involucran su cartera, apelando a la legalidad de los convenios y la necesidad de transparencia en la administración pública.
