La creadora de contenido Carolina García, conocida en redes como @nosoycarolina, vivió momentos de angustia luego de abordar un taxi en la calle 85, en plena Zona T de Bogotá, la noche del 17 de julio. Aunque acostumbra a usar aplicaciones de transporte por seguridad, esa noche decidió tomar un taxi que pasaba frente al establecimiento donde se encontraba, sin sospechar que sería víctima de un secuestro exprés.
Según narró en TikTok, todo comenzó alrededor de las 10:50 p. m. cuando, apurada por llegar a casa, subió al vehículo sin mayor precaución. Al poco tiempo, el conductor desvió la ruta y se internó por calles secundarias. La joven empezó a sentirse insegura y, minutos después, dos hombres abordaron el taxi. La amenazaron, la golpearon en la cabeza y la obligaron a agacharse, cubriéndole el rostro con una chaqueta.
@nosoycarolina Moraleja, no tomen taxis en la calle solas #bogota #inseguridad #robo #taxi #storytime ♬ original sound – Caro✨🍄
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Robos, amenazas y violencia dentro del vehículo
Los delincuentes comenzaron a revisar todas sus pertenencias: celular, cartera, joyas y contraseñas de bancos. Además, le exigieron el acceso a su iCloud y la desvinculación de su número del operador móvil. Mientras uno la interrogaba, el otro la golpeaba con fuerza. Carolina asegura que el taxista estaba involucrado, aunque fingía estar siendo robado para desviar sospechas.
La joven relata que antes de tomar el taxi, compartió su ubicación en tiempo real con su hermana. Esto permitió a su familia sospechar de algo irregular y alertar a la Policía. Según los delincuentes, el plan era retenerla durante dos días para presionar un rescate económico, pero la presión de su entorno y la tensión dentro del vehículo los hizo cambiar de idea.
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Liberación forzada y llamado de alerta
Después de vaciar sus cuentas bancarias y robarle su chaqueta, los agresores la abandonaron en una avenida desolada del sur de Bogotá. Le ordenaron correr en sentido opuesto y se marcharon. Carolina pidió ayuda a unos motociclistas que pasaban por el lugar, quienes la auxiliaron y la ayudaron a tomar un vehículo por medio de DiDi, con el que logró reencontrarse con su familia.
Desde sus redes sociales, la influencer hizo un llamado urgente a no confiar en taxis tomados directamente en la vía, incluso en zonas concurridas y aparentemente seguras como la Zona T. Su historia ha generado preocupación y reacciones entre miles de usuarios, quienes reclaman mayor seguridad en las noches capitalinas y estrategias efectivas para combatir los llamados “paseos millonarios”.