Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial, continúa internado en la Fundación Santa Fe tras el atentado que sufrió el pasado 7 de junio en Bogotá. Según su hermana, María Carolina Hoyos, el político se encuentra en proceso de rehabilitación y ha entrado en la denominada “fase de despertar”. Así lo reveló en una entrevista reciente, en la que describió su recuperación como esperanzadora y “milagrosa”.
Aunque el parte médico no especifica tiempos, Hoyos afirmó que el avance ha sido notable. “La evolución va muy bien, gracias a Dios”, aseguró. La familia atribuye el progreso a la fe y a las oraciones de millones de personas, señalando que, según los especialistas, el tipo de lesión que sufrió Uribe deja al 98% de los pacientes sin vida. “Estamos en ese 2% que sobrevive, y eso ya es un milagro”, destacó emocionada.
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La fe como motor en medio de la adversidad
María Carolina Hoyos resaltó el papel de la espiritualidad y la fe colectiva en la recuperación de su hermano. En sus palabras, la conexión con Dios, la Virgen María y los santos ha sido el refugio de la familia desde el ataque. “Nos hemos unido en oración para que este milagro se termine de consolidar”, señaló. También elogió el trabajo del neurocirujano Fernando Hakim, a quien llamó una “diosidencia” por su coincidencia de creencias con la familia.
Según Hoyos, Hakim es “el que más fe tiene” en la recuperación de Miguel. La conexión emocional con el equipo médico, sumada al compromiso técnico, ha fortalecido el ánimo de los familiares. Aunque aún hay incertidumbre sobre la duración de esta fase de rehabilitación, el optimismo domina el panorama. “Vamos paso a paso, pero con mucha esperanza”, añadió.
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La política en pausa y el duelo familiar
Mientras el país observa de cerca el estado de salud del senador, su familia ha dejado en segundo plano cualquier discusión política. María Carolina aseguró que, por ahora, no contemplan escenarios electorales ni decisiones de campaña. “No le he metido una sola neurona al tema político. Todo ha girado en torno a Miguel”, afirmó.
La hermana del senador también recordó que el atentado ocurrió poco tiempo después del fallecimiento de su abuela, Nydia Quintero, lo que intensificó el duelo. “Estos meses han sido duros, difíciles. Volver a revivir lo de mi madre y ahora estar pegadita a Dios, es lo único que nos sostiene”, concluyó. La familia continúa enfocada en la recuperación del senador, agradeciendo el apoyo de ciudadanos, médicos y amigos.
