El expresidente Álvaro Uribe Vélez, una de las figuras más influyentes y controvertidas de la política colombiana, anunció este 6 de agosto que ya se encuentra formalmente bajo detención domiciliaria, como parte de la sentencia en su contra por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. En un video divulgado en su cuenta oficial de X (antes Twitter), Uribe aseguró haber comparecido ante el Juzgado de Rionegro, Antioquia, para recibir su identificación como preso.
La confirmación llega una semana después de que la jueza 44 Penal del Circuito de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, lo condenara a 12 años de prisión domiciliaria, tras determinar que el exmandatario participó en una estrategia para manipular testigos en expedientes relacionados con sus presuntos vínculos con el paramilitarismo.
Uribe, en su mensaje, no solo reconoció estar oficialmente bajo custodia domiciliaria en su finca de Llanogrande, sino que además utilizó el momento para enviar un mensaje político: “Con la identificación de preso, continuaré y aumentaré la lucha para que Colombia en 2026 derrote la naciente mordaza neocomunista”, afirmó, señalando su intención de mantenerse activo en el debate nacional, incluso en medio de su situación judicial.
Defensa interpuso tutela pero fue rechazada
La decisión judicial también provocó una rápida reacción de su defensa, que interpuso una tutela ante el Tribunal Superior de Bogotá solicitando la suspensión de la orden de captura. Sin embargo, la petición fue rechazada, dejando en firme la detención domiciliaria mientras se resuelve la segunda instancia del proceso.
Durante el juicio, fueron clave las pruebas que evidenciarían cómo el abogado Diego Cadena, en nombre de Uribe, habría contactado a testigos en centros penitenciarios con supuestos ofrecimientos económicos y favores jurídicos, para que cambiaran sus versiones a favor del exmandatario. Testigos como Juan Guillermo Monsalve, Carlos Enrique Vélez y Eurídice Cortés (“Diana”) aparecen como piezas centrales en la decisión judicial.
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Aunque la jueza absolvió a Uribe del delito de soborno, esta parte del fallo también será revisada en la apelación. Por ahora, el exmandatario permanece recluido en su finca, bajo custodia domiciliaria, a la espera de lo que defina el Tribunal en segunda instancia.
El caso ha estremecido al país y continúa generando divisiones políticas, mientras Uribe insiste en que se trata de una persecución motivada por intereses ideológicos: “Este fallo está soportado en el ánimo político de afectar a un dirigente de oposición”, dijo en su defensa, cuestionando la imparcialidad de la justicia.
