En una conversación cargada de anécdotas y humor, el abogado y precandidato presidencial Abelardo de la Espriella confesó que litiga de manera gratuita para el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Durante el programa Desnúdate con Eva, relató que, a pesar de haberse retirado hace tres años del litigio activo, sigue revisando documentos y dando asesoría jurídica al exmandatario. “Quedé litigando exclusivamente para Uribe y Petro”, contó, resaltando que su trabajo con ambos surge de compromisos y coincidencias que la vida le ha puesto.
El jurista recordó que el caso contra Uribe comenzó cuando aún ejercía de manera oficial, pero que decidió apartarse de la práctica constante del derecho. Sin embargo, nunca rompió los lazos de colaboración con el expresidente. Según él, su participación actual no responde a interés económico alguno, sino a un vínculo personal y una profunda admiración por lo que considera los aportes de Uribe a Colombia.
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Entre Uribe y Petro, las dos figuras más polarizantes
Lo curioso, según De la Espriella, es que su retiro no lo alejó del todo de los tribunales. Ahora, sus energías se concentran en dos frentes opuestos: brindar apoyo a Uribe y presentar demandas contra el presidente Gustavo Petro. “Cada semana me toca demandar a Petro por algo distinto”, relató, destacando la paradoja de trabajar jurídicamente para líderes con ideologías tan distantes.
Esta dualidad, dijo, no es fruto del azar sino de su compromiso con causas que considera relevantes para el país. En sus palabras, la vida lo puso en la particular situación de servir jurídicamente a las dos figuras más discutidas de la política nacional. Para él, se trata de un reflejo de la intensidad del momento político colombiano, donde la polarización alcanza incluso el terreno legal.
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Gratis, por convicción y sin aceptar regalos
Cuando Eva Rey le preguntó si cobraba por defender a Uribe, su respuesta fue categórica: “Jamás”. Incluso relató que el exmandatario intentó agradecerle con regalos, como una vaca de raza o un pequeño lote de ganado, pero siempre se negó. “No hay ninguna posibilidad de que yo le reciba nada”, afirmó, entre risas, asegurando que su postura nace de principios personales innegociables.
En tono anecdótico, contó que alguna vez bromeó con los rumores de que recibía un millón de dólares al mes de Uribe: “Voy a decir que son dos”, le comentó al expresidente, provocando carcajadas en ambos. Finalmente, señaló que el único regalo que aceptaría sería algo tan sencillo como una buena bandeja de fríjoles preparada por el propio Uribe, dejando claro que su relación profesional está marcada por la cercanía personal y la lealtad ideológica.