El ministro de Trabajo, Antonio Eresmid Sanguino Páez, afrontará un juicio ante la Corte Suprema de Justicia por su presunta implicación en el denominado “Carrusel de la Contratación” de Bogotá. El alto tribunal rechazó los recursos interpuestos por su defensa que buscaban cerrar el caso, al considerar que no se presentaron argumentos ni pruebas suficientes para declarar la prescripción o la nulidad del proceso.
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De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, cuando Sanguino se desempeñaba como concejal de Bogotá habría influido en el nombramiento de Liliana Paternina como gerente del Hospital de Usme. Posteriormente, presuntamente intervino para que la funcionaria adjudicara de forma directa un contrato de construcción al empresario Héctor Julio Gómez, ya condenado por este mismo escándalo, a cambio de una coima del 10 % sobre el valor del contrato.
La Corte indicó que la acusación está debidamente sustentada
La Corte, en ponencia del magistrado Jorge Emilio Caldas Vera, señaló que la acusación está debidamente sustentada y que los hechos señalados por la Fiscalía son precisos en cuanto a fechas y conductas. Los magistrados recalcaron que las objeciones de la defensa representan un “ataque prematuro” que deberá resolverse en el juicio oral.
Sin embargo, el alto tribunal sí declaró prescritos otros hechos de 2008 relacionados con un supuesto tráfico de influencias para el nombramiento de Paternina, al cumplirse el tiempo máximo establecido para su persecución penal.
La audiencia de acusación continuará el próximo 14 de agosto a las 3:30 p. m., cuando la Fiscalía presentará los elementos probatorios que respaldan su caso.
Tras conocer la decisión, Sanguino aseguró que seguirá compareciendo ante las autoridades: “Como ha sido mi actitud durante 18 años, defenderé mi inocencia y acudiré a cada citación de la Corte hasta la culminación del proceso, sin dilaciones ni maniobras de distracción”.
