La tensión diplomática entre Colombia y Perú volvió a encenderse luego de que Daniel Quintero, exalcalde de Medellín y actual precandidato presidencial, izara una bandera de Colombia en la isla Santa Rosa, un territorio amazónico en disputa entre ambos países. El hecho, documentado en un video que el propio Quintero difundió en su cuenta de X, lo muestra llegando en lancha junto a varios acompañantes, para luego colocar el símbolo patrio mientras pronunciaba un encendido discurso en defensa de la soberanía colombiana.
Durante su intervención, Quintero expresó que no permitiría que Colombia perdiera el Amazonas, comparando la situación con la separación de Panamá y el fallo internacional que otorgó áreas marítimas a Nicaragua. “Nuestra Colombia se defiende con el alma y como presidente así lo haré”, afirmó. El acto se realizó en un punto cercano a la isla Chinería, lo que sorprendió a la población local peruana, que rápidamente alertó a las autoridades.
Acción de Daniel Quintero es calificada como provocación
La respuesta no tardó en llegar. Unidades de la Marina de Guerra del Perú y de la Policía Nacional se desplazaron al lugar y retiraron la bandera, manteniendo el respeto por el símbolo patrio pero calificando la acción como una provocación. Autoridades locales, como el exalcalde de Santa Rosa, Iván Yovera, y el alcalde de la provincia de Mariscal Ramón Castilla, Julio Kahn, manifestaron su preocupación por el impacto que este gesto podría tener en la convivencia fronteriza.
También puede leer: Recompensa de $3.000 millones por autores del asesinato de Miguel Uribe
Medios peruanos reportaron que algunos ciudadanos increparon a Quintero desde otra embarcación, exigiendo explicaciones por la colocación de la bandera. El grupo del exalcalde optó por retirarse sin responder, mientras el episodio se viralizaba en redes sociales.
Este incidente ocurre en medio de un desacuerdo previo, ya que Colombia cuestiona la creación de un nuevo distrito en Santa Rosa por parte de Perú, alegando que la medida desconoce tratados y acuerdos históricos. Con este nuevo episodio, las relaciones bilaterales enfrentan un momento de alta sensibilidad que podría requerir nuevos esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada mayor.