En un acto cargado de simbolismo, el presidente del Senado, Lidio García, entregó la bandera de Colombia a la viuda del senador Miguel Uribe Turbay, María Claudia Tarazona. El gesto se realizó al finalizar la misa exequial, el miércoles 13 de agosto, en la Catedral Primada de Colombia, donde centenares de personas despidieron al político asesinado. La entrega de la insignia nacional, que cubría el féretro, tuvo lugar en la plaza exterior del templo. Allí, García insistió en transformar el dolor en un compromiso real por la convivencia y el respeto mutuo, recordando que el Congreso comparte el luto de la familia y del país.
Durante la ceremonia religiosa, el presidente del Senado expresó con voz firme: “Asistimos hoy, con el corazón desgarrado, a un acto que nos hiere en lo más hondo. Nos une el dolor para despedir a un amigo entrañable y a un luchador incansable”. Tarazona, visiblemente afectada, recibió la bandera entre lágrimas, acompañada por sus tres hijas, quienes también rompieron en llanto. El momento, profundamente conmovedor, quedó grabado como uno de los instantes más significativos del homenaje.
La cámara ardiente en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional reunió a parlamentarios de todas las bancadas, familiares, amigos y ciudadanos. Allí, García lanzó un llamado claro: “Que el sacrificio de Miguel Uribe Turbay no sea en vano”.
Llamado a la reconciliación nacional
Con tono reflexivo, García pidió bajar el tono al debate, eliminar las agresiones y reconocer la diferencia como una riqueza. Destacó que la memoria del senador debe impulsar un nuevo pacto de convivencia. Recordó que Uribe representaba “el sueño de una Colombia sin odios, reconciliada, con instituciones firmes y oportunidades para todos”. Ese sueño, dijo, no muere con su partida: “Ahora nos corresponde a nosotros hacerlo realidad”.
En medio del dolor compartido, el líder del Senado resalto que “las balas que le arrebataron la vida a Miguel no sólo rompieron el corazón de su familia, también reabrieron las fracturas de un país que no logra encontrar la paz”.
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En sus palabras finales, García envió un mensaje a los seres queridos del senador, expresando solidaridad y fortaleza. Recordó que la pérdida de un líder verdadero es una herida que marca generaciones. La jornada concluyó con un llamado urgente a la unidad nacional: “Que el sacrificio de Miguel Uribe Turbay no sea en vano. Que su memoria nos impulse hacia una nación capaz de vivir en concordia y descansar en paz”.
