El Gobierno nacional, a través de los ministerios de Defensa e Interior, confirmó la puesta en marcha de un paquete de medidas extraordinarias para garantizar la seguridad de los actores políticos en ejercicio y de quienes participarán en las próximas elecciones legislativas y presidenciales de 2026.
Durante una rueda de prensa posterior a un consejo de seguridad, el ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, explicó que el presidente Gustavo Petro impartió la directriz de priorizar la protección de líderes que representan corrientes ideológicas diferentes a la suya. Según el funcionario, varios congresistas han reportado amenazas y, en casos recientes como el del representante Julio César Triana, incluso han sido blanco de atentados. El ataque contra Triana ocurrió en el occidente del Huila, y el legislador salió ileso gracias al blindaje del vehículo oficial.
También puede leer: Proyecto de ley busca honrar la memoria de Miguel Uribe
Sánchez señaló que los esquemas de seguridad se fortalecerán mediante un modelo mixto que integra personal de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y de la Policía Nacional, con el fin de garantizar acompañamiento en todos los desplazamientos de las figuras protegidas.
Más de 3.500 uniformados también ayudarán a la protección de los precandidatos
Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, detalló que más de 3.500 agentes de la Policía y un número similar de funcionarios de la UNP estarán dedicados a esta labor. La estrategia, dijo, forma parte de un plan correctivo solicitado por diferentes instituciones del Estado y busca no solo aumentar el personal asignado, sino también mejorar la coordinación interinstitucional.
Benedetti anunció que el próximo martes 19 de agosto se llevará a cabo una reunión entre el Gobierno, los presidentes de Senado y Cámara, y los líderes de los partidos políticos para evaluar de forma conjunta las condiciones de seguridad de sus miembros. Además, instó a moderar el lenguaje y reducir la confrontación política como elemento clave para propiciar un clima seguro durante el proceso electoral.