El pasado 12 de agosto, el Ministerio de Agricultura, Asocaña y comunidades afro y campesinas celebraron un año de la “Apuesta por el desarrollo rural del Norte del Cauca”, una iniciativa que nació en el corazón del suroccidente para beneficiar a 1.170 productores de panela, café y cacao. El evento, realizado en Santander de Quilichao, contó con la participación de la minAgro, Martha Carvajalino, y de la directora de Asocaña, Claudia Calero.
“Hace año estábamos suscribiendo un convenio que no fue fácil. Tomó más tiempo de lo imprevisto. Necesitábamos generar canales de diálogo y confianza”, dijo Calero. “Esta alianza estratégica entre el movimiento agrario, el empresariado y el gobierno demuestra en un país todavía azotado por la guerra que sí es posible lograr un gran acuerdo nacional por la paz y por la gobernanza”, señaló por su parte la ministra Carvajalino.
Este pacto es clave, porque unió al sector cañero con el propósito de sacar adelante los proyectos productivos de campesinos y afros del Norte del Cauca, una región del Cauca golpeada por la violencia en el marco del conflicto armado. El primer año se cerró con la primera fase y la entrada de la segunda, que integra a comunidades indígenas y promete una inversión por más de 15 mil millones.
Un pacto con logros, en medio de dificultades
El pacto se firmó en mayo del 2024, por la entonces ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, Asocaña —el gremio de ingenios azucareros—, comunidades afro y campesinas del Norte del Cauca. Fue un logro simbólico por el desarrollo económico de la región, pero también por la paz, pues campesinos, afros e indígenas han mantenido un conflicto histórico por tierras y choques culturales. Además, el Norte del Cauca es golpeado por la guerra derivada de grupos armados ilegales.
Tal como confirmó CW+ Noticias, este acuerdo se venía hablando hace aproximadamente tres años y medio. Es decir, bajo el gobierno de Iván Duque se iniciaron los acercamientos formales para lograr sentarse en una misma mesa. Sin embargo, no fue hasta el gobierno de Gustavo Petro que, tras largas discusiones plagadas de diferencias, finalmente lograron firmarlo y entrar en su primera fase.
En esta primera etapa ingresaron la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro), la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc) y la Asociación de Consejos Comunitarios del Cauca (Aconc), conformada por 53 consejos comunitarios negros. Dejó 1.800 hectáreas de café, cacao y panela trabajadas por cerca de 1.200 familias, así como 25 trapiches paneleros formalizados con permisos ante el Invima. En total contó con una inversión de 13 mil millones de pesos.
“No fue fácil. Muchas veces estuvimos en el ojo del huracán. No fue bien visto en un momento el ejercicio, pero gracias a que nos convertimos las tres organizaciones en un todo, nos dábamos fuerza todos los días para poder realizar los diálogos y poder avanzar”, dijo Rossana Mejía, vocera de la Aconc.
Las comunidades han creado sus negocios alrededor de la comercialización de panela, cacao y café. También de otros productos derivados como el chocolate y hierbas para té. Actualmente, se venden a través del supermercado Cañaveralejo y Asocaña está en acercamientos con La Montaña para que la cadena también asuma su venta. Al formalizar estas cadenas, también se pagan impuestos y circulan otros sectores económicos en el país.
La segunda fase: entran indígenas y más de 15 mil millones
La segunda fase fue firmada por la minAgro Martha Carvajalino, Asocaña, las tres comunidades campesinas y afro que ya hacían parte del convenio y la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), conformada por cerca de 22 cabildos indígenas. Contará con una inversión de 15.851 millones de pesos para impulsar a más de 3 mil familias de 13 municipios caucanos.
A su vez, habrá 3.400 hectáreas intervenidas. De los 15 mil millones 9.500 millones serán financiados por el MinAgricultura, 5.400 por Asocaña y 951,5 millones de pesos en especie (empleados, operación técnica, etc.). También se adicionará el arroz a las líneas del cacao, la panela y la caña. En total, las comunidades del Norte del Cauca tienen 17 líneas de producción, además de las incluidas en el convenio, otras de ellas son el maíz, la yuca, el plátano, el fique y frutales como la naranja, la mandarina y el limón.
El ingreso de los indígenas marca otro hito para este pacto, principalmente por sus conflictos interétnicos con las comunidades negras. Por ejemplo, el pasado 26 de julio, comunidades negras e indígenas se enfrentaron en la finca La Victoria, entre los municipios de Caloto y Guachené. La disputa por esa finca, ubicada en jurisdicción del Consejo Comunitario de Pandao, es de años. El resultado fue un saldo de once heridos.
Esta disputa es histórica. Las propias comunidades reconocen que en los últimos 27 años, solo habían tenido una mesa para dialogar tras movilizaciones en el Paro Nacional del 2021 por comunidades de Caloto, Corinto y Miranda. Ahora están unidas en este acuerdo y en la Mesa de Diálogo del Norte del Cauca, nacida en 2022 y liderada por la vicepresidenta Francia Márquez.
De hecho, la Acin y el Proceso de Comunidades Negras en Colombia (PCN) dijeron en un principio que no era viable ingresar al convenio con Asocaña y MinAgro desde el año pasado. “Pensábamos que hasta ahí íbamos a llegar. Pero no fue así. El trabajo siguió en conversaciones y aquí estamos”, dijo Guamanga de Fensuagro. Finalmente, Acin ingresó, pero el PCN mantiene distancia.
Por ahora, Asocaña confirmó a CW+ Noticias que espera que para 2026, las producciones superen el 60% de lo que las comunidades estaban vendiendo antes. Por su parte, indígenas, campesinos y afro buscan armonizar en medio de las diferencias, seguir siendo una prioridad para el gobierno nacional y que la paz florezca de este pacto dulce por el Norte del Cauca.