El Ejército Nacional respondió con contundencia a la ola de violencia que sacudió al país este 21 de agosto. El comandante de la institución, general Luis Emilio Cardozo, ordenó el acuartelamiento de primer grado en todas las unidades militares, una medida que implica que pelotones, brigadas, divisiones y compañías permanezcan en máxima alerta. La directiva busca blindar la capacidad de reacción frente a nuevas amenazas en cualquier región del territorio nacional.
La instrucción surgió tras dos ataques de gran impacto: uno en Amalfi, Antioquia, donde un dron cargado con explosivos derribó un helicóptero de la Policía Nacional, y otro en Cali. En la capital del Valle, un atentado en la base aérea Marco Fidel Suárez dejó un saldo de muertos y heridos. Ambos hechos confirmaron la sofisticación y alcance de los grupos ilegales, lo que llevó a elevar al máximo la seguridad en todo el país.
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Atentados con nuevas tecnologías
El ataque en Amalfi encendió las alarmas sobre el uso de drones como armas de guerra. Los explosivos lanzados desde el dispositivo impactaron un helicóptero en pleno vuelo, lo que provocó la muerte de varios uniformados. Estas tácticas demuestran que los grupos armados ilegales han adoptado tecnología avanzada para debilitar las operaciones de seguridad del Estado.
En paralelo, en la capital del Valle del Cauca, un ataque terrorista golpeó directamente a la base aérea de Cali. Las explosiones afectaron gravemente al personal militar y confirmaron que los ofensores pueden actuar de manera simultánea en distintos puntos estratégicos del país. La jornada de violencia reflejó una escalada que no solo pone en riesgo a los efectivos de seguridad, sino también a la población civil en zonas urbanas.
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Reacciones nacionales e internacionales
El gobierno colombiano y sus aliados internacionales expresaron solidaridad ante los hechos. John McNamara, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, envió condolencias a las familias de las víctimas y ratificó el compromiso de su país en la cooperación en materia de seguridad. El diplomático destacó el valor de los uniformados que perdieron la vida y recalcó la importancia de fortalecer la coordinación bilateral.
Por su parte, el general Cardozo subrayó que la prioridad del Ejército será anticipar y neutralizar nuevas amenazas. La orden de acuartelamiento responde a la necesidad de mantener a las tropas listas en todo momento y de reforzar el control territorial en áreas críticas como Antioquia y el Valle del Cauca. Las autoridades insistieron en que la unidad institucional y el respaldo de la comunidad internacional resultan clave para enfrentar la sofisticación de los grupos armados y proteger la estabilidad nacional.