Daneidy Barrera, conocida como Epa Colombia, busca cambiar su historia tras seis meses privada de la libertad, producto de la condena por destruir estaciones de TransMilenio e instigar al terrorismo, según determinó el Tribunal de Bogotá. La influenciadora presentó una propuesta de reparación económica y moral, con la que pretende saldar su deuda social y abrir la puerta a la justicia restaurativa.
El documento entregado a TransMilenio establece que Epa Colombia está dispuesta a consignar 100 millones de pesos como indemnización. Sin embargo, lo más llamativo de su propuesta es la reparación moral. La influenciadora plantea convertirse en una especie de “embajadora” del sistema, utilizando su alcance digital para difundir mensajes pedagógicos. Su idea es grabar videos en las estaciones que ella misma afectó, explicando la importancia de cuidar los buses, respetar a los funcionarios y evitar colarse.
La propuesta incluye publicaciones en Instagram, una o dos veces por semana, con contenidos de reflexión sobre sus errores y el daño causado al sistema. Los videos buscarán generar conciencia ciudadana, con mensajes en contra de los colados, a favor del cuidado de los articulados y de la integridad de los trabajadores. Además, la defensa de la influenciadora aseguró que solicitarán al juez de ejecución de penas una autorización especial para que pueda usar redes sociales, ya que actualmente tiene una restricción legal.
Labores dentro del sistema de transporte
Más allá de las redes sociales, Epa Colombia ofreció participar directamente en TransMilenio como parte del proceso restaurativo. El documento señala que podría asumir labores de cajera en estaciones, gestora de movilidad, limpieza de plataformas e incluso control de colados. Dichas actividades se realizarían dos veces por quincena, previa coordinación con la administración del sistema. Para la defensa, estas acciones representarían un ejemplo de reconciliación innovadora, en la que tanto la persona condenada como la víctima, en este caso TransMilenio, participen activamente en la solución del conflicto.
También, Epa Colombia denunció malos tratos durante su reclusión en la cárcel de El Buen Pastor, particularmente problemas con la alimentación. Tras sus señalamientos, el presidente Gustavo Petro pidió al entonces ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, garantizar mejores condiciones. Finalmente, fue trasladada a la Escuela de Carabineros de la Policía, junto a otros detenidos considerados de alto perfil.
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La propuesta de reparación ha generado controversia, pues para algunos sectores se trata de una estrategia mediática y no de un verdadero reconocimiento de culpa. Sin embargo, su defensa insiste en que se trata de un esfuerzo genuino por resarcir los daños, transformar su imagen pública y convertir su influencia digital en un recurso pedagógico para la ciudad.