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Garrido y otras congresistas no conciliarán con Benedetti 

Lina Garrido no concilió con el ministro del Interior, Armando Benedetti, en un proceso de injuria y calumnia.

La representante a la Cámara de Cambio Radical, Lina Garrido, y otras seis congresistas no conciliaron con el ministro del Interior, Armando Benedetti, en el marco de un proceso por presunta injuria y calumnia. Las otras congresistas están son Carolina Giraldo, Catherine Juvinao, Marlene Castillo, Katherine Miranda, Julia Miranda y Lina Garrido. 

“Me tratan de agresor de mujeres y no hay ningún hecho para que digan eso, no hay ningún argumento, no hay ninguna prueba, no hay ninguna imagen, no existe nada de eso”, dijo Benedetti. El pleito judicial nació después del discurso de Garrido en la instalación de la cuarta y última legislatura del Congreso, cuando protagonizó un agarrón con el ministro. 

Garrido enfrentó una pele con Benedetti. “Benedetti es un agresor (…) Si no quiso hacerlo de frente y ahora lo hace ‘machito’ por este tipo de recursos, estoy dispuesta a responder”, afirmó la congresista. 

El agarrón con Benedetti 

“Le di tan duro que tuvo que salir corriendo. Cobarde”, dijo Garrido en la noche del 20 de julio. Se refiere a que, minutos después de terminar su intervención, el presidente se fue del Congreso. Solo escuchó a Paloma Valencia y a ella. Carvalho habló sin el presidente, algo que generó pelea en la posición. 

Después, el ministro señaló a la oposición de ser “vulgar y ordinaria”. Garrido le contestó. “Respete a Colombia; aquí el único “cafre” es usted, drogadicto y agresor de mujeres. Y ni se le ocurra amenazarme con cuchillo como lo hizo con su esposa en España: le iría mal; yo sí me le paro duro”, dijo en alusión a las denuncias que tiene por presunta violencia intrafamiliar y violencia de género. 

Acto seguido, Benedetti aseguró que la denunció penalmente por “injuria y calumnia” a raíz de las “imprecisiones y mentiras en medios de comunicación y en redes sociales”. Garrido recibió apoyo de figuras políticas como la precandidata Vicky Dávila y el congresista Andrés Forero. A su vez, Cambio Radical rechazó lo dicho por el ministro. 

“Un gobierno que se hizo elegir bajo banderas feministas, que habló de justicia social y de defensa de las mujeres, no puede permitir, ni mucho menos promover ataques misóginos y denigrantes contra una congresista solo por pensar diferente, dijo el partido.

¿Por qué no conciliaron?

Las congresistas, lideradas por Lina Garrido, se han negado a retractarse de sus palabras. Han afirmado públicamente que sostienen sus denuncias y que no tienen “nada de qué retractarse” porque “lo que dice la carta es la realidad”.

Las congresistas argumentan que sus declaraciones son parte de su labor de control político y que tienen derecho a la libre expresión para cuestionar los nombramientos del Gobierno. Consideran que la denuncia de Benedetti es un intento de “silenciar” y “amedrentar” a las mujeres congresistas que ejercen la oposición.