El consumo de alcohol entre jóvenes colombianos ha registrado una disminución significativa en los últimos años. De acuerdo con un estudio realizado por Ipsos Colombia, el 53 % de los encuestados entre 18 y 25 años aseguró haber reducido tanto la cantidad como la frecuencia en la ingesta de bebidas alcohólicas. El cambio refleja un viraje generacional frente a patrones de consumo más frecuentes en adultos mayores.
Los investigadores señalan que la moderación responde, en gran medida, a un mayor interés por el autocuidado, la productividad académica y laboral, así como la construcción de una buena imagen en entornos digitales. Para muchos jóvenes, la vida social ya no gira exclusivamente alrededor del licor, sino que se abre a nuevas formas de ocio donde prima la salud y la responsabilidad.
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Cifras que muestran el cambio de hábito
El estudio de Ipsos, basado en encuestas a 358 personas en diferentes regiones del país, encontró que los jóvenes de 18 a 25 años consumen licor en promedio una vez por semana. En contraste, los mayores de 26 años lo hacen en dos ocasiones. Además, los primeros toman menos unidades por evento, con un promedio de tres copas frente a las cuatro o más reportadas por los adultos.
Este fenómeno no solo se evidencia en Colombia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el consumo nocivo de alcohol en América cayó un 18 % entre 2010 y 2019, con un impacto mayor en los adultos jóvenes. En países como Estados Unidos y varias naciones de Europa, la tendencia apunta hacia una generación que combina recreación con moderación y busca experiencias más conscientes.
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Desafíos para la industria y matices en la tendencia
Aunque la mayoría de jóvenes reduce su consumo, el informe también revela un segmento que sigue la dirección opuesta. El 30 % de los encuestados aseguró haber incrementado la ingesta de alcohol, cifra que duplica el promedio general de 15 %. Esta situación suele estar vinculada a la socialización y al entorno de amigos, lo que confirma que los hábitos de consumo aún dependen en gran parte del contexto inmediato.
Para la industria de licores, el panorama exige una transformación. Santiago Murcia, Account Director de Ipsos UU en Colombia, explicó que “el alcohol ya no se percibe como indispensable para socializar, sino como un complemento de experiencias colectivas o personales”. Las marcas deberán innovar y conectar con los consumidores desde la creación de experiencias, más allá de incentivar el consumo por presión social.