El municipio de Miranda, en el norte del Cauca, continúa en medio de la incertidumbre y la tensión tras el secuestro de Samuel Londoño Escobar, joven de 17 años e hijo del gerente de la Industria de Licores del Cauca, ocurrido el pasado 3 de septiembre. A nueve días del rapto, el alcalde Walter Zúñiga volvió a exigir públicamente a los captores que devuelvan al adolescente sano y salvo.
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La comunidad vive momentos de angustia desde que hombres armados interceptaron a Samuel en la vía que conecta a Miranda con Florida, en el Valle del Cauca. El menor se movilizaba en motocicleta junto a dos jóvenes más cuando fue obligado a descender y subir a una camioneta que posteriormente tomó rumbo hacia una zona montañosa. Testigos alertaron a las autoridades sobre la retención forzada, lo que permitió que se activaran de inmediato los operativos de búsqueda.
Operativos de seguridad y sin pistas claras
El Gaula de la Policía, el Ejército y la Guardia Indígena desplegaron un plan candado en el área, aunque hasta ahora no se tienen resultados sobre el paradero del joven. La Gobernación del Cauca expresó su solidaridad con la familia y pidió respeto por la vida del menor, mientras que líderes sociales de la región han denunciado que el secuestro revive el temor por la presencia de grupos armados ilegales.
En la zona hacen presencia estructuras como las disidencias de las Farc frentes Dagoberto Ramos, Jaime Martínez y Yair Bermúdez, además de unidades del ELN, por lo que las autoridades no descartan ninguna hipótesis. Sin embargo, no se han recibido comunicaciones ni exigencias de carácter económico por parte de los responsables.
El caso ha generado conmoción en el Cauca y mantiene en vilo a la comunidad de Miranda, que clama por la pronta liberación de Samuel Londoño Escobar y el retorno de la tranquilidad a la región.