Una investigación de más de dos años permitió a las autoridades españolas descubrir una compleja red criminal que estafaba a compradores de arte con la venta de cuadros falsificados. Los delincuentes ofrecían las piezas como parte de una exclusiva colección que, según ellos, había pertenecido al narcotraficante Pablo Escobar.
El grupo utilizaba certificados de autenticidad presuntamente emitidos en Colombia y aseguraba que las obras estaban en manos de familiares del capo. Para captar clientes, se presentaban en galerías de arte en Francia y España, donde organizaban reuniones privadas e incluso subastas. En estas citas solo exhibían algunas pinturas, argumentando que el resto permanecía en “lugares seguros” para evitar robos.
Entre los nombres que mencionaban a sus víctimas figuraban reconocidos artistas como: Pablo Picasso, Franz Kline, Giorgio de Chirico y Jean-Michel Basquiat, lo que aumentaba el valor ficticio de las piezas. Las investigaciones revelaron que un ciudadano sueco de 50 años, a través de empresas fachada, era uno de los responsables de mover el dinero obtenido por las ventas fraudulentas.
En total, la policía recuperó 24 cuadros y 136 documentos falsificados, algunos con tasaciones que superaban el millón de euros. Los investigadores señalaron que los falsificadores contactaban a artistas anónimos en redes sociales, a quienes pagaban cerca de 1.000 euros por imitaciones, que luego revendían como auténticas por sumas millonarias.
El inspector Óscar García, de la Policía española, explicó que los cuadros estaban tan bien elaborados que muchos compradores creyeron en su autenticidad. La operación, desarrollada en la localidad de Estepona, Málaga, ha sido destacada como un golpe significativo contra las mafias internacionales que operan en el mercado negro del arte.
Vodka con la marca Pablo Escobar se lanzó en Italia
El nombre de Pablo Escobar está en el lanzamiento de un vodka que lleva su marca. La presentación oficial del licor se realizó en la feria internacional de Rimini, Italia, donde los representantes de Escobar Inc. lo promovieron como una bebida de alta calidad y anunciaron que aspira a convertirse en el “trago del próximo verano”.
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El vodka, producido en Polonia a base de centeno de primera calidad, cuenta con una graduación alcohólica del 40 % y es promocionado como un destilado de sabor intenso y limpio. La botella, que se vende por 45 euros (aproximadamente 200.000 pesos colombianos), incluye una presentación llamativa: una caja negra en forma de ataúd y una etiqueta con la imagen de Pablo Escobar y una hoja de coca, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte de la opinión pública colombiana.
En el sitio web de la marca, el producto es descrito como un “elixir puro” que ha sido cuidadosamente embotellado bajo estrictos controles de calidad. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es la manera en que se presenta la figura del narcotraficante, omitiendo su historial criminal y destacando únicamente sus obras filantrópicas. Según el sitio, Escobar es retratado como un benefactor que ayudó a comunidades pobres, mientras se omiten los atentados, asesinatos y crímenes cometidos durante su liderazgo en el cartel de Medellín.