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El hombre más longevo de Colombia tiene 112 años

La familia y las tradiciones rurales son el refugio vital de Julio, un campesino antioqueño que suma 180 descendientes.

El antioqueño, Julio Enrique Saldarriaga Hernández celebra 112 años de existencia. Nació en Cocorná y hoy reside en El Carmen de Viboral, donde se convirtió en referente nacional tras ser reconocido por el Gerontology Research Group como el hombre más longevo de Colombia. Su historia, atravesada por tres siglos, despierta interés no solo entre sus 180 descendientes, sino también en la comunidad científica que busca comprender las claves de su resistencia al tiempo.

Julio mantiene una memoria lúcida y un sentido del humor intacto, cualidades que sorprenden a quienes lo visitan. Sus relatos de infancia, marcados por el trabajo en el campo y la rudeza de los oficios manuales, narran la vida de un campesino que aprendió a sobrevivir entre carbón, madera y caminos interminables. Lo que para otros sería desgaste físico, en él se convirtió en una fortaleza que alimenta el misterio de su longevidad.

Baños de aguardiente y el trabajo en el campo: los secretos que Julio atribuye a su sorprendente longevidad. Foto: Manuelsaldarriagafoto

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Familia, tradiciones y un estilo de vida singular

La familia se consolidó como el pilar de su existencia. En 1935, Julio se casó con María Calista García, con quien compartió más de siete décadas y crió a 19 hijos. Hoy, su descendencia suma cerca de 180 personas, una red de apoyo que lo mantiene activo y rodeado de afecto. Tras la muerte de su esposa, su hija Ubiter y sus nietas Nelly y Marleny asumieron el cuidado diario, asegurando que su vida continúe llena de compañía y cercanía.

A lo largo de su vida, Julio desarrolló costumbres que hoy llaman la atención. A pesar de trabajar en contacto con hollín y humo, nunca padeció enfermedades respiratorias. Él atribuye su buena salud a un remedio casero peculiar: baños de aguardiente aplicados tanto en la piel como en la garganta. Además, durante años recorrió caminos antioqueños para vender tapetusa, un licor artesanal, experiencias que le permitieron tejer recuerdos cargados de anécdotas y encuentros con personajes de la tradición popular.

La familia y las tradiciones rurales son el refugio vital de Julio, un campesino antioqueño que suma 180 descendientes. Foto: Manuelsaldarriagafoto

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Ciencia y genética tras la longevidad

El caso de Julio se convirtió en objeto de estudio para la ciencia, que busca comprender por qué algunas personas alcanzan edades excepcionales. Investigadores señalan que los lazos sociales y familiares sólidos, como los que mantiene Julio, desempeñan un papel clave en la prolongación de la vida. Su biografía genética también resulta reveladora: su madre alcanzó los 90 años, su hermano menor aún vive con 95 y su esposa estuvo cerca de llegar al siglo.

Según El Tiempo, Colombia cuenta actualmente con más de 19.000 personas que superan los 100 años, una cifra que rompe las estadísticas históricas del país. Sin embargo, los especialistas advierten que la longevidad no depende únicamente de la herencia. Factores como la alimentación balanceada, el manejo del estrés y la vida social activa se suman a un rompecabezas complejo. Mientras la ciencia intenta descifrarlo, Julio sigue celebrando cada día entre música, ron y la compañía de sus seres queridos, convencido de que vivir vale la pena cuando se comparte.