El reconocido Hotel Aquarium, uno de los establecimientos más visitados por turistas en San Andrés, dejó de operar de manera repentina luego de que un estudio técnico advirtiera posibles problemas en la estabilidad de su estructura. La medida fue adoptada por la cadena Decameron, que administra el complejo desde 1998, como acción preventiva para resguardar la seguridad de los huéspedes y del personal.
De acuerdo con la compañía, el cierre se decidió tras recibir un informe preliminar de ingeniería el pasado 22 de septiembre, en el que se señalaron hallazgos que podrían comprometer la resistencia física del edificio. Aunque el hotel no pertenece directamente a Decameron, sino que está bajo control de la Sociedad de Activos Especiales, la cadena informó que asumió el plan de contingencia para mitigar el impacto entre los visitantes.
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En ese sentido, equipos especializados de la empresa trabajaron en la reubicación de los viajeros que ya se encontraban hospedados en el lugar, mientras que otros grupos de colaboradores se encargaron de contactar a quienes tenían reservas activas para ofrecerles alternativas de alojamiento en otros hoteles de la cadena, opciones en establecimientos aliados de la isla o la devolución de su dinero.
La empresa lamentó los inconvenientes ocasionados y reiteró que su principal compromiso es garantizar la integridad de sus clientes. “La decisión de cerrar el Hotel Aquarium es temporal y responde a la necesidad de atender con responsabilidad las anomalías encontradas”, señaló Decameron en un comunicado, en el que pidió comprensión a los usuarios afectados.
El Hotel Aquarium, considerado uno de los más emblemáticos del archipiélago, había sido un referente turístico por su ubicación y tradición. Sin embargo, hasta que se resuelvan los problemas detectados en su infraestructura, permanecerá fuera de servicio.
