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Tres ministros colombianos se quedan sin visa estadounidense como apoyo a Gustavo Petro

Canciller Villavicencio renunció a su visado y calificó la decisión de Washington como un acto de presión diplomática inaceptable.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, sorprendió al país al confirmar que renunció voluntariamente a su visa de ingreso a Estados Unidos. El funcionario explicó que tomó la decisión en respaldo al presidente Gustavo Petro, luego de que el Departamento de Estado notificara la revocatoria del visado del mandatario colombiano. El anuncio lo hizo público a través de un comunicado en las redes sociales oficiales de su cartera.

Ávila, quien asumió el cargo el pasado 18 de marzo, afirmó que el Gobierno debe mantener la dignidad nacional frente a lo que calificó como una medida desproporcionada de Washington. “En solidaridad con el presidente Petro y por la agresión de que fue objeto, he decidido renunciar al uso de la visa. Para trabajar por nuestro pueblo no necesitamos visa”, señaló. Con este mensaje, se convirtió en el segundo ministro en dar este paso tras la canciller Rosa Villavicencio.

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La canciller y otros funcionarios también se suman a la renuncia

Horas antes del anuncio de Ávila, la ministra de Relaciones Exteriores, Rosa Villavicencio, ya había confirmado que renunciaba a su visado estadounidense. La funcionaria calificó su decisión como un acto de dignidad y sostuvo que Colombia no puede permitir que decisiones diplomáticas basadas en diferencias políticas afecten la soberanía nacional. “Nuestra soberanía no se arrodilla. Colombia se respeta”, escribió en X.

La canciller también cuestionó la legalidad y el trasfondo político de la medida estadounidense. Según Villavicencio, usar la revocatoria de visas como mecanismo de presión contradice la Carta de Naciones Unidas de 1945 y atenta contra la libertad de expresión de los jefes de Estado. En su intervención pública aseguró que la voz de Colombia seguirá presente en los escenarios multilaterales, pese a las restricciones impuestas por Estados Unidos.

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Estados Unidos justifica la revocatoria y surgen nuevas reacciones

La tensión diplomática se intensificó cuando la Embajada de EE. UU. en Bogotá confirmó que la decisión contra Petro respondía a su comportamiento en Nueva York. En ese escenario, el mandatario colombiano instó a militares estadounidenses a desobedecer al expresidente Donald Trump, lo que Washington calificó de “acciones imprudentes e incendiarias”. Con esa explicación, se abrió una controversia sobre los límites de la diplomacia y la libertad de expresión en territorio extranjero.

El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, también se sumó al caso. La Sección Consular de Estados Unidos le notificó la cancelación de sus visas oficiales y personales, aunque aclaró que puede volver a solicitarlas. Palma respondió con un mensaje contundente en X: “Gaza bien vale una visa”. Con esta frase, el funcionario vinculó la decisión de Washington al contexto internacional, mostrando que la solidaridad dentro del gabinete se extiende más allá de lo estrictamente diplomático.