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La agroindustria de la caña impulsa más de 286 mil empleos en Colombia

El sector genera más de 286 mil empleos directos e indirectos, impulsando la economía de decenas de municipios.

En Colombia late una fuerza que ha transformado la vida de cientos de miles de familias. Se trata de la agroindustria de la caña de azúcar, un sector que no solo produce energía, azúcar y bioetanol, sino que también genera oportunidades, empleo y desarrollo sostenible para toda una región. Detrás de cada cultivo, ingenio y proceso está el trabajo de más de 286 mil personas que cada día ponen el corazón en lo que hacen.

De ese compromiso nace Corazón de Caña, una iniciativa que representa la unión de ingenios, cultivadores y comunidades que trabajan por la región y el país.

Corazón de Caña es la esencia humana de esta agroindustria. Nació como una iniciativa para visibilizar a las personas que hacen posible este sector y para contar cómo, desde su labor, aportan al crecimiento de sus comunidades.

Es una apuesta por mostrar que la caña no solo se transforma en productos, sino también en educación, bienestar, salud e infraestructura social.

A través de la Fundación Corazón de Caña, los ingenios, cultivadores y entidades del sector han unido esfuerzos para fortalecer la calidad educativa, reducir brechas sociales y abrir caminos de desarrollo en los municipios del valle geográfico del río Cauca.

Agroindustria de la caña: un pilar del empleo y el desarrollo. Foto: Corazón de Caña

Solo en 2024, sus programas beneficiaron a más de 6.600 estudiantes con material educativo y acompañamiento docente, aportando a la reducción de la pobreza de aprendizaje en escuelas públicas. Además, la fundación ha impulsado proyectos de infraestructura educativa, recreativa y comunitaria en 45 localidades, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de miles de familias.

También trabaja por los jóvenes, promoviendo la inclusión económica y el acceso a la educación superior, uno de los aspectos que más preocupa en la región. Gracias a alianzas con fundaciones nacionales y regionales, más de 1.200 estudiantes de secundaria han fortalecido sus competencias en lectura y matemáticas, abriendo paso a nuevas oportunidades académicas y laborales.

Detrás de cada hectárea sembrada hay una historia de esfuerzo. La agroindustria de la caña genera más de 286.000 empleos directos e indirectos, representando el 6% del empleo total del Valle del Cauca y el 13% en el departamento del Cauca, según cifras del DANE y Fedesarrollo.

Seis de cada diez familias de los municipios donde opera el sector tienen alguna vinculación económica con la caña. Son trabajadores, transportadores, técnicos, ingenieros, agricultores y emprendedores que han encontrado en esta agroindustria una oportunidad real de progreso. “Gracias a este sector pude graduarme como administradora financiera y darle una mejor calidad de vida a mis hijos”, cuenta una trabajadora que hoy mira con orgullo su crecimiento profesional y familiar.

En esta agroindustria, las oportunidades están al alcance de quien quiere aprender y avanzar. “A mi yo del pasado le diría que esté tranquila, que aproveche las oportunidades. Los sacrificios valen la pena. Trabajar aquí es un motivo de orgullo”, dice Jamileth Hurtado, coordinadora administrativa de calidad en Tecnicaña.

Como ella, Gustavo Erazo, director de cosecha en el Ingenio Mayagüez, ha visto cómo el esfuerzo diario se traduce en crecimiento. “Esta agroindustria ofrece muchas oportunidades. La clave está en tener disposición para mejorar y aprender siempre”, expresó Erazo.

El sector también abre caminos de desarrollo personal. Para Luis Alexis Moreno, supervisor de fertilizantes del Ingenio Sancarlos, trabajar en la caña fue un punto importante de partida para su superación. “Yo le diría a mi yo del pasado que no desaproveche la oportunidad. Aquí se puede crecer académicamente y profesionalmente si uno se lo propone”.

A través de programas como Compromiso Rural, el sector ha creado más de 1.700 empleos formales y ha fortalecido a más de 310 pequeños empresarios rurales. Estas iniciativas no solo promueven la formalización laboral, sino que ayudan a dinamizar las economías locales.

Sin embargo, el aporte de la caña va más allá del trabajo. Esta agroindustria representa el 51% del valor de las exportaciones agroindustriales del Valle y del Cauca, contribuye significativamente a los ingresos municipales y fortalece el PIB regional.
En municipios como Miranda, en el norte del Cauca, la agroindustria llega a aportar hasta el 72% de los impuestos locales.

Además, a través del Fondo Social de la Agroindustria de la Caña y el mecanismo de Obras por Impuestos, se han construido vías rurales que conectan zonas agrícolas con los principales centros urbanos, mejorando las condiciones de vida de muchas familias campesinas.

El compromiso también se refleja en la Fundación Corazón de Caña, que trabaja por reducir la pobreza educativa y mejorar la infraestructura escolar y comunitaria.

Durante 2024, la fundación benefició a más de 6.600 estudiantes, capacitó a 684 docentes y apoyó la mejora de 45 espacios educativos y comunitarios en municipios del Valle, Cauca, Risaralda y Caldas.

En los campos de caña uno de los aspectos que no falta es la innovación. Gracias al trabajo del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia (Cenicaña), el país es líder mundial en productividad por hectárea. Con el uso eficiente del agua, la economía circular y la producción de bioetanol, la agroindustria ha reducido su huella de carbono y ha logrado que los residuos se transformen en energía, papel y fertilizantes orgánicos.

Además, a través del Fondo Agua por la Vida y la Sostenibilidad, se preservan cuencas y ecosistemas en 29 municipios de tres departamentos, aportando postivamente a la conservación del agua y el equilibrio ambiental del valle geográfico del río Cauca.

Visita: https://corazondecana.com