La Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresó su preocupación por el incremento de ataques indiscriminados en el suroccidente del país. Solo entre enero y noviembre de 2025, el organismo ha documentado 42 hechos violentos en 16 municipios de Cauca y Valle del Cauca, donde al menos 27 personas han perdido la vida y más de 200 han resultado heridas.
El reciente ataque con explosivos en Suárez, Cauca, volvió a evidenciar la crisis de seguridad que enfrenta la región. La detonación, ocurrida en la madrugada del lunes festivo, afectó la estación de Policía y varias viviendas cercanas. Dos personas murieron y al menos un uniformado y varios civiles resultaron heridos, entre ellos un menor de edad.
La ONU condenó lo ocurrido y pidió a los grupos armados no estatales respetar el Derecho Internacional Humanitario (DIH). También hizo un llamado al Estado colombiano a fortalecer las medidas de prevención y protección, y a garantizar los derechos humanos en zonas con presencia de actores armados y organizaciones criminales.
Ataques en Cauca y Valle del Cauca
Según el organismo internacional, los ataques con artefactos explosivos en zonas pobladas constituyen violaciones graves del DIH, al poner en riesgo directo a la población civil. La ONU recordó que este tipo de acciones están prohibidas y deben ser investigadas y sancionadas.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó el reciente atentado y lo atribuyó a las disidencias de las Farc bajo el mando de alias Iván Mordisco. Calificó el hecho como un “cobarde atentado terrorista” y anunció una recompensa de hasta $200 millones por información que ayude a prevenir nuevos ataques.
Violencia sostenida en el norte del Cauca
Horas después del ataque en Suárez, otra tragedia golpeó al departamento. En el municipio de Corinto, hombres armados irrumpieron en una zona de tolerancia y asesinaron a cuatro personas, entre ellas dos mujeres.
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De acuerdo con Indepaz, el hecho estaría relacionado con disputas entre los frentes Dagoberto Ramos y Jair Bermúdez, estructuras que se enfrentan por el control territorial y las rutas del narcotráfico.
Preocupación por la situación humanitaria
Los recientes hechos agravan el panorama humanitario en el Cauca, una región marcada por la presencia de grupos armados y economías ilegales. La ONU reiteró su llamado a proteger a la población civil, reforzar la presencia institucional y avanzar en el desmantelamiento de las estructuras armadas.
La comunidad internacional y organizaciones sociales coinciden en que el Estado debe garantizar seguridad sin afectar a las comunidades, priorizando la prevención y el respeto por los derechos humanos en medio de la creciente violencia que golpea el suroccidente colombiano.
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