Los accidentes de tránsito en Colombia no solo dejan víctimas y heridos, sino también un fuerte impacto económico sobre el sistema de salud. Según información reciente, los recursos que se destinan a atender estas emergencias representan un gasto significativo dentro del presupuesto general de la salud.
Félix Martínez, director general de la ADRES, señaló que los giros hacia clínicas y hospitales incluyen una parte importante para cubrir la atención de accidentes.
“El sistema destina recursos directos a clínicas y hospitales por cada afiliado, y un porcentaje se orienta específicamente a cubrir emergencias, incluyendo los accidentes de tránsito”, explicó.
El director detalló que, aunque los recursos se giran de manera oportuna, los costos generados por los accidentes de tránsito son elevados y afectan la eficiencia del sistema. En la práctica, esto significa que una porción considerable de los recursos se destina a la atención inmediata de pacientes accidentados, limitando la disponibilidad para otros servicios.

Martínez indicó que la inversión en atención de accidentes incluye desde procedimientos de urgencias hasta cuidados prolongados, cirugía y hospitalización. Cada caso genera gastos que, acumulados, suman cifras millonarias. “El costo de los accidentes de tránsito no solo se mide en vidas y lesiones, también representa un reto financiero para la salud pública”, agregó.
Necesidad de una estrategia integral
El director de la ADRES destacó que los recursos del sistema están disponibles y se giran de forma puntual, pero la sostenibilidad depende de un manejo eficiente y de la reducción de incidentes que generen gastos imprevistos. “Invertir en prevención es invertir en salud y en la economía del sistema”, concluyó.
En Cali y el Valle del Cauca, donde los accidentes de tránsito siguen sigue preocupado por el bienestar de los ciudadanos, se buscan soluciones que combinen educación, control vial y respuesta eficiente de los hospitales. Según el director, el desafío no es solo salvar vidas, sino también garantizar que los recursos destinados a la salud se utilicen de manera efectiva para todos los pacientes.