El reclutamiento de menores sigue impactando la vida de muchos niños y adolescentes en el país. A través de redes sociales y plataformas digitales, grupos armados ilegales estaría logrando atraer a jóvenes con ofertas que parecen laborales, pero que terminan en vinculación forzada. La investigación más reciente de la ONG Vivamos Humanos evidencia cómo TikTok, Instagram y otros espacios virtuales se han convertido en escenarios clave de esta problemática.
Los grupos armados utilizan videos con música, símbolos y escenas que aparentan ser aspiracionales para captar la atención de jóvenes. Estas publicaciones, algunas con más de 200.000 reproducciones, pueden llegar a derivar en contactos privados que ofrecen supuestos empleos, logística y pagos, aprovechando la falta de oportunidades y la vulnerabilidad de los menores.
Entre los grupos con mayor presencia en esta modalidad se encuentra la disidencia dirigida por alias ‘Iván Mordisco’, responsable del 61% de los 95 casos documentados entre 2023 y julio de 2025.
TikTok es la plataforma más utilizada, debido a la facilidad de búsqueda por etiquetas y la amplia difusión de contenidos. También se reporta actividad en Facebook, Instagram, Telegram y videojuegos como Roblox.
La ONG identificó 40 casos directos con evidencia clara y 70 cuentas asociadas a grupos ilegales, evidenciando cómo los algoritmos priorizan contenidos virales y emocionales que atraen a menores de 12 a 20 años en zonas como Putumayo, Cauca y Catatumbo.
Impacto en comunidades y niñas
El reclutamiento digital no solo interrumpe la educación y los proyectos de vida, sino que también genera ruptura de vínculos familiares y comunitarios. Las niñas enfrentan un riesgo adicional, ya que son buscadas para labores logísticas o explotación sexual. Según la organización, la falta de canales efectivos de denuncia y la reproducción continua de los contenidos dificulta la protección de estos menores.
El expresidente Ernesto Samper, fundador de Vivamos Humanos, alertó que los jóvenes captados por estas redes suelen ser los más vulnerables frente a los enfrentamientos armados. La organización advierte que esta modalidad silenciosa de violencia se ha convertido en uno de los desafíos humanitarios más urgentes del país.
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El estudio destaca la necesidad de actualizar la normativa digital, fortalecer la prevención y mejorar la presencia estatal en territorios afectados, así como crear redes comunitarias que protejan a la infancia y juventud ante estas nuevas formas de reclutamiento.
