El domingo 15 de diciembre, el estadio Pascual Guerrero, en Cali, se convirtió en el epicentro de disturbios durante la final de la Copa BetPlay entre América de Cali y Atlético Nacional. La tensión fue palpable en los últimos minutos del partido, cuando algunos hinchas del “rojo” intentaron invadir la cancha, desatando un caos que se extendió por las tribunas y alrededores del estadio.
Las imágenes que circularon en redes sociales, mostraron el lamentable panorama que dejó la jornada: sillas rotas, bengalas, piedras y objetos destruidos, además de los baños vandalizados. Según el comandante de la Policía Metropolitana, coronel Carlos Oviedo, los daños materiales fueron significativos. Además, las autoridades confirmaron que 15 policías y al menos 30 civiles resultaron heridos, siendo remitidos a centros médicos para recibir atención.
Ante esta situación, el América de Cali emitió un comunicado oficial este lunes 16 de diciembre, condenando los actos violentos ocurridos en el estadio y sus alrededores. En el mensaje, el club expresó su rechazo a los incidentes, señalando que tales comportamientos no tienen cabida en el fútbol y resaltando la importancia de la seguridad brindada por la Policía Nacional y la Alcaldía de Cali durante el evento.
“América de Cali lamenta y rechaza los actos de violencia y vandalismo ocurridos en el Estadio Olímpico Pascual Guerrero y en las inmediaciones, en el marco de la final de la Copa BetPlay DIMAYOR. Como Institución, extendemos nuestra solidaridad a todos los afectados y heridos durante estos actos, a las personas y niños que tuvieron que presenciar comportamientos que, de manera alguna, NO pueden ocurrir en el marco del deporte”, expresó la institución.
Además, hizo un llamado a la tolerancia, invitando a los hinchas a fomentar el respeto en los estadios y a rechazar cualquier tipo de violencia. De acuerdo con el comunicado, el club se comprometió a colaborar con las autoridades competentes para que los responsables sean sancionados conforme a la ley.
Por último, la institución Escarlata envía un mensaje para bajar los ánimos: “Los resultados en el fútbol no pueden estar por encima de la vida y la integridad de las personas. El fútbol es una fiesta que debe vivirse en paz”.
Cabe resaltar que la violencia en el fútbol colombiano es un tema recurrente, y los hechos de ayer reabren el debate sobre la necesidad de implementar medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los asistentes. A pesar de este oscuro capítulo, el América de Cali continuó su mensaje de esperanza, felicitando a Atlético Nacional por el título y reiterando su compromiso de seguir trabajando para darles mejores resultados a su hinchada.
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Mientras tanto, las autoridades y los clubes esperan que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro, para que el fútbol vuelva a ser una fiesta para todos los colombianos.