En 2024, la población mundial llegó a 8.156 millones de personas, según un informe de la Fundación Alemana para la Población Mundial (DSW, por sus siglas en alemán). Este incremento anual de 81 millones equivale a casi la población total de Alemania, que actualmente cuenta con 84 millones de habitantes. Desde que en noviembre de 2022 se superó la cifra de 8.000 millones, el crecimiento poblacional sigue en aumento, aunque a un ritmo más lento.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que la población mundial alcanzará los 9.000 millones en 2037 y los 10.000 millones hacia la década de 2080. Sin embargo, se prevé que, a partir de ese punto, la cifra comience a estabilizarse e incluso a disminuir, debido a una combinación de tasas de natalidad decrecientes y un aumento en las tasas de mortalidad por el envejecimiento de la población.
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Actualmente, las mujeres en todo el mundo tienen un promedio de 2,2 hijos, una cifra que continúa disminuyendo en comparación con décadas anteriores. A pesar de esta tendencia global, el crecimiento demográfico sigue siendo notable en algunas regiones, particularmente en África.
África: Epicentro del crecimiento poblacional
África es el continente que lidera el aumento demográfico. Actualmente, con 1.200 millones de habitantes, se espera que su población más que se triplique para finales del siglo, alcanzando los 3.400 millones. Este fenómeno responde a tasas de natalidad significativamente más altas que las de otras regiones. En contraste, muchas naciones de Europa y Asia están experimentando tasas de natalidad por debajo del nivel de reemplazo, lo que está llevando a una reducción de sus poblaciones.
La DSW destaca la importancia de la educación, especialmente para niñas y mujeres, como una herramienta esencial para gestionar el crecimiento poblacional. Según Jan Kreutzberg, director general de la organización, “cuando las mujeres tienen igualdad de derechos, acceso a la educación y a la atención sanitaria, independencia económica y la posibilidad de participar en la toma de decisiones políticas, las familias tienden a ser más pequeñas”.
La planificación familiar también juega un papel crucial. La disponibilidad de métodos anticonceptivos y programas educativos permite que las mujeres decidan el número de hijos que desean tener y el momento para hacerlo. Esto no solo mejora la calidad de vida de las familias, sino que también contribuye a una población más equilibrada a nivel global.
Un futuro marcado por el envejecimiento y la disminución poblacional
Aunque la población mundial continúa creciendo, los expertos predicen que el siglo XXI será testigo de un cambio demográfico sin precedentes. Se espera que el envejecimiento poblacional y una disminución en los nacimientos sean factores determinantes en la reducción de la población global hacia finales del siglo. Este fenómeno plantea nuevos desafíos, como garantizar sistemas de salud y pensiones sostenibles para una población envejecida, mientras se mantienen los niveles de productividad económica.
Con un enfoque en la educación, la igualdad de género y el acceso a la atención sanitaria, el mundo puede enfrentar de manera más efectiva los retos del crecimiento y el cambio demográfico, garantizando un futuro más equitativo y sostenible.