Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha encendido el debate internacional con declaraciones sobre su intención de recuperar el control del Canal de Panamá y adquirir Groenlandia. En una rueda de prensa realizada desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, Trump afirmó que ambos territorios son “cruciales” para la seguridad económica y estratégica de su país, y no descartó el uso de la fuerza militar o económica para alcanzar estos objetivos.
Cuando se le preguntó si podía asegurar que no recurriría a medidas coercitivas, Trump respondió: “No puedo descartarlo. Los necesitamos para nuestra seguridad económica”. Estas declaraciones, a menos de dos semanas de su toma de posesión el 20 de enero, han provocado una fuerte reacción en la comunidad internacional.
Trump arremetió contra el acuerdo Torrijos-Carter de 1977, que transfirió el control del Canal de Panamá a manos panameñas, calificándolo de “error histórico” que perjudicó los intereses de Estados Unidos. Según el mandatario electo, su equipo ya trabaja en un plan para recuperar el control del canal, argumentando que este enclave es vital para el comercio global y el dominio geopolítico estadounidense.
Renovado interés por Groenlandia
El presidente electo también retomó su aspiración de adquirir Groenlandia, una propuesta que causó controversia durante su primer mandato. “Es un territorio estratégico, y Dinamarca debería considerar seriamente una negociación”, declaró Trump, dejando abierta la posibilidad de usar presión económica o diplomática para avanzar en esta idea.
En un giro inesperado, Trump sugirió renombrar el Golfo de México como el “Golfo de América”, argumentando que el nombre refleja mejor la influencia de Estados Unidos en la región. Asimismo, reiteró sus críticas a México y Canadá, advirtiendo sobre posibles aranceles si no cumplen con sus demandas económicas y migratorias.
Tensiones con la OTAN y promesas económicas
Trump también aprovechó la rueda de prensa para presionar a los países miembros de la OTAN, exigiendo que incrementen su gasto en defensa al 5 % del PIB. Por otro lado, prometió inversiones millonarias en infraestructura tecnológica dentro de Estados Unidos y la eliminación de restricciones en la industria energética.
Reacciones internacionales
Las declaraciones de Trump han generado preocupación a nivel global, especialmente en Panamá, Dinamarca y entre los aliados de la OTAN. Analistas advierten que estas posturas expansionistas podrían aumentar las tensiones geopolíticas en los primeros meses de su mandato.
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Con una agenda marcada por la confrontación y el interés estratégico, Trump inicia su regreso a la Casa Blanca bajo el signo de la controversia, con promesas que apuntan a fortalecer el poderío económico y militar de Estados Unidos a cualquier costo.