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Biden anuncia el retiro de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo

La relación entre Estados Unidos y Cuba, marcada por décadas de tensiones, parece entrar nuevamente en una etapa de redefinición.

En un giro inesperado, la administración del presidente Joe Biden anunció el retiro de Cuba de la controvertida lista de patrocinadores del terrorismo. Este movimiento, que marca un hito en las relaciones entre ambos países, fue confirmado en una rueda de prensa organizada por la Casa Blanca. A pocos días de abandonar el cargo, Biden también dio a conocer medidas adicionales que alivian sanciones impuestas a la isla.

Entre las decisiones más destacadas está la liberación de decenas de presos políticos encarcelados tras las manifestaciones de julio de 2021. Según funcionarios estadounidenses, esta medida se concretó gracias a negociaciones mediadas por el Vaticano. Además, se rescindieron algunas disposiciones de la Ley Helms-Burton, incluyendo exenciones que limitan demandas legales contra el gobierno cubano por la confiscación de propiedades en la isla.

El papel de Colombia y otras naciones

La decisión de Biden no es aislada. En octubre del año pasado, el gobierno colombiano liderado por Gustavo Petro solicitó formalmente que se revisara la designación de Cuba como patrocinador del terrorismo. Según declaraciones de funcionarios de la Casa Blanca, este pedido fue clave para el cambio de postura. Colombia destacó el rol de Cuba como facilitador en las conversaciones de paz con el ELN, lo que contrastaba con las acusaciones realizadas por la administración de Trump en 2021.

Durante el mandato de Donald Trump, se incluyó nuevamente a La Habana en la lista, alegando que otorgaba refugio a líderes del ELN tras un atentado en Bogotá. Iván Duque, entonces presidente de Colombia, respaldó esta medida al afirmar que Cuba incumplía sus compromisos internacionales.

Sin embargo, funcionarios actuales del gobierno estadounidense afirman que tras una revisión exhaustiva no se encontró evidencia que justificara mantener a Cuba en dicha lista. “Hemos concluido que no hay información creíble que vincule a Cuba con el terrorismo internacional en los últimos seis meses”, señalaron.

Sanciones levantadas y próximos pasos

Además de la eliminación de Cuba de la lista, Biden derogó un memorando de seguridad nacional emitido por Trump en 2017. Esto elimina restricciones financieras para ciertas entidades cubanas y facilita transacciones internacionales. Según la Casa Blanca, estas medidas buscan generar un impacto positivo en los derechos humanos y mejorar las condiciones de vida en la isla.

No obstante, la decisión no está exenta de polémica. Se espera que el Congreso, controlado por los republicanos, evalúe esta medida, aunque el presidente tiene la autoridad final para adoptarla. Líderes conservadores, como el senador Marco Rubio, ya han expresado su descontento y podrían intentar revertir estas acciones bajo el mandato de Donald Trump, quien asumirá la presidencia en pocos días.

En ese sentido, el anuncio de Biden se enmarca en una tradición política común: las administraciones salientes suelen tomar decisiones controvertidas al final de su mandato. Para algunos, este cambio de postura hacia Cuba es un “regalo de despedida” que busca cimentar un legado más conciliador.

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La relación entre Estados Unidos y Cuba, marcada por décadas de tensiones, parece entrar nuevamente en una etapa de redefinición. Si bien el futuro de estas decisiones queda en manos de la próxima administración, el gesto de Biden representa un avance en la distensión entre ambos países.