Lo que debía ser un espectáculo acrobático para turistas en un lujoso hotel de la Riviera Maya, en México, terminó en tragedia. Un delfín identificado como ‘Plata’ falleció luego de estrellarse violentamente contra una estructura de concreto durante una presentación en el complejo Barceló Riviera Maya.
Un video captado por asistentes al show circuló en redes sociales, mostrando a tres delfines ejecutando saltos coordinados dentro de una piscina. En uno de los movimientos, uno de los mamíferos se elevó demasiado y, en una desafortunada trayectoria, impactó contra el borde de un puente de piedra. El golpe lo dejó inconsciente al instante, cayendo de manera abrupta al agua.
Los testigos, entre ellos niños y familias que presenciaban el acto, quedaron en shock. Algunos comenzaron a grabar la situación mientras el entrenador del delfín se lanzaba al estanque para revisarlo. Minutos después, la desesperación se apoderó del personal cuando confirmaron que el animal había muerto a causa del impacto en su cabeza.
Reacciones y cuestionamientos sobre el manejo de estos animales
El suceso desató una ola de indignación entre organizaciones ambientalistas, que no tardaron en manifestarse. Varias de ellas, como Animal Heroes y Marea u Océanos De Vida Libre, exigieron mayor regulación en la tenencia de fauna silvestre en complejos turísticos. Señalaron además que la piscina donde ocurrió el accidente es una de las más pequeñas de América Latina para la exhibición de delfines.
Por su parte, turistas que han visitado el hotel en otras ocasiones comentaron en redes que no es la primera vez que este establecimiento recibe críticas por el espacio y las condiciones en las que se mantienen los mamíferos marinos.
Ante la presión y el revuelo generado por la tragedia, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México anunció la apertura de una investigación para evaluar el manejo y bienestar de los animales dentro del hotel. Según expertos en fauna marina, este tipo de incidentes reflejan los riesgos que enfrentan los delfines en cautiverio, donde los espacios reducidos y la falta de regulación pueden derivar en accidentes fatales.
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La polémica sigue creciendo y las organizaciones defensoras del medio ambiente exigen medidas urgentes para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.
