El accidente aéreo ocurrió la mañana del 19 de febrero, cuando un Lancair 360 MK II y un Cessna 172S colisionaron en un espacio aéreo sin torre de control activa. Según informó la Administración Federal de Aviación (FAA), cada aeronave transportaba a dos personas. Mientras que el Cessna logró aterrizar sin mayores consecuencias, el Lancair se precipitó al suelo y posteriormente se incendió, causando la muerte de sus ocupantes.
Equipos de emergencia y policía aseguraron la zona del siniestro, ubicada a unos 24 kilómetros de Tucson, para permitir las investigaciones de la FAA y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB). Hasta el momento, las autoridades no han determinado si hubo un fallo humano o técnico en la comunicación entre las aeronaves, ya que en este tipo de aeropuertos los pilotos deben coordinar sus movimientos utilizando frecuencias comunes.
Preocupación por el aumento de incidentes aéreos
Este siniestro ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad aérea en Estados Unidos. En las últimas semanas, se han registrado varios accidentes, incluyendo el aterrizaje fallido de un avión regional de Delta en Toronto y la colisión de un avión de transporte médico en Filadelfia que dejó siete muertos. Además, un avión privado en Scottsdale, Arizona, sufrió un accidente mortal durante el aterrizaje.
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Expertos en aviación han manifestado su preocupación por el estado de la regulación y supervisión de vuelos en el país. Najmedin Meshkati, especialista en seguridad aeronáutica de la Universidad del Sur de California, ha advertido que el aumento de estos incidentes podría estar relacionado con factores humanos, organizacionales y tecnológicos, subrayando la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad.
Investigaciones en desarrollo
Las investigaciones sobre la colisión en Arizona continúan. La NTSB recopilará datos sobre las condiciones meteorológicas, las comunicaciones entre los pilotos y los registros de mantenimiento de ambas aeronaves. Los resultados podrían tardar semanas en esclarecerse, pero se espera que ayuden a prevenir futuros incidentes similares.
Por ahora, la comunidad aeronáutica permanece atenta a los hallazgos de la investigación, mientras se reaviva el debate sobre la seguridad en los cielos de Estados Unidos.
