El estado de salud del papa Francisco ha reavivado las especulaciones sobre su sucesor y ha traído nuevamente a la discusión una de las profecías más enigmáticas de la historia de la Iglesia católica; la llegada del “Papa Negro”. Esta teoría, basada en interpretaciones de Nostradamus y San Malaquías, sugiere que un pontífice de origen africano o un jesuita marcaría una época de grandes cambios en la institución y en el mundo.
El Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 cardenales, de los cuales solo 138 son electores en caso de un eventual cónclave. De estos, 33 cardenales son de origen africano o tienen ascendencia africana, y 23 de ellos fueron nombrados por el propio papa Francisco.
Entre los nombres que resuenan como posibles sucesores están:
- Fridolin Ambongo Besungu (65 años, República Democrática del Congo)
- Antoine Kambanda (66 años, Ruanda)
- Peter Kodwo Appiah Turkson (76 años, Ghana)
- Robert Sarah (79 años, Guinea)
- Dieudonné Nzapalainga (57 años, República Centroafricana)
- Wilton Daniel Gregory (77 años, EE. UU.)
El “Papa Negro” y su simbolismo
La profecía del “Papa Negro” ha sido interpretada de diferentes maneras a lo largo de los siglos. Algunos creen que se refiere a un pontífice africano que podría marcar el “fin de los tiempos”. Otros sostienen que alude a un papa jesuita, ya que los miembros de esta orden visten sotanas negras.
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Francisco, el primer papa jesuita en la historia, ya ha sido relacionado con esta profecía, y su eventual sucesor podría reforzar la teoría de un cambio trascendental en la Iglesia. En este contexto, Arturo Sosa Abascal, actual Superior General de los Jesuitas y conocido como el “Papa Negro” de la orden, también ha sido mencionado como una figura influyente.
Un cónclave inminente y un cambio de era
Con la salud de Francisco bajo constante atención, la posibilidad de un nuevo cónclave cobra relevancia. La elección de un cardenal africano o jesuita podría representar una renovación histórica en el liderazgo de la Iglesia católica, alineándose con las profecías que muchos consideran un presagio del destino del mundo.
Mientras el Vaticano sigue monitoreando la salud del sumo pontífice, la comunidad católica y los expertos en historia religiosa continúan debatiendo sobre si esta será la oportunidad en la que la profecía del “Papa Negro” finalmente se haga realidad.
