El presidente Donald Trump firmará este viernes un decreto que convierte al inglés en la lengua oficial de Estados Unidos. Esta medida busca, promover la unidad y la eficiencia en las operaciones gubernamentales. Esta decisión podría marcar un cambio significativo en la política lingüística del país, donde el inglés ha sido el idioma predominante, pero nunca ha tenido un estatus oficial a nivel federal.
De acuerdo con un informe oficial, este nuevo decreto que firmara Trump, permitirá a las agencias gubernamentales y a las organizaciones que reciben fondos federales decidir si siguen ofreciendo servicios y documentos en otros idiomas. Este cambio significaría la anulación de una orden emitida por el expresidente Bill Clinton, que obligaba al gobierno y a las entidades financiadas por fondos federales a proporcionar asistencia en otros idiomas, particularmente para quienes no hablaban inglés.
La nueva disposición, que será firmada por Trump, también buscaría impulsar la participación cívica al fomentar el uso del inglés en todos los aspectos de la vida pública.
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Controversia en estados con alta población hispana
Aunque Trump presenta la medida como un esfuerzo por fortalecer la cohesión social, varios estados del país han hecho recurrente la polémica sobre el uso de otros idiomas, especialmente el español. En estados como Texas, donde una gran parte de la población habla español, esta cuestión ha generado controversias.
En 2011, un senador estatal de Texas protagonizó un incidente cuando exigió que un activista de derechos civiles hablara en inglés durante una audiencia legislativa, reavivando el debate sobre la aceptación del español en el ámbito público. Desde la Casa Blanca, la administración Trump sostiene que la adopción del inglés como lengua oficial ayudará a evitar la fragmentación cultural y facilitará la integración de los ciudadanos en el sistema cívico y gubernamental.
Además, se asegura que la medida no busca excluir a los hispanohablantes, sino promover la cohesión mediante el uso del inglés. Puesto que aunque este anuncio, se encuentre en proceso, promete continuar alimentando el debate sobre la identidad lingüística y cultural de Estados Unidos, especialmente en regiones con una fuerte presencia de hablantes de español.