El Parque Nacional de Yosemite, en Estados Unidos, es el escenario de un impresionante fenómeno natural conocido como la “cascada de fuego”, que asombra tanto a turistas como a fotógrafos. Esta ilusión óptica ocurre al atardecer, cuando los últimos rayos del sol iluminan la cascada Horsetail Fall, dando al agua una apariencia similar a un río de lava con tonos rojizos y anaranjados.
Este fenómeno único ocurre cada año entre mediados y finales de febrero en las aguas que caen del borde de la pendiente de El Capitán, a 60 metros de altura. Las condiciones necesarias para que ocurra son un cielo completamente despejado que permita el paso de la luz y un caudal con suficiente de agua en la cascada. Con todo y eso, la asombrosa vista solo dura entre cinco y 15 minutos, con suerte.
Particularmente, la primera vez que se documento la cascada de fuego fue en 1973. Desde aquel entonces ya se ha convertido en una tradición visitar el Parque todos los años para tomar las mejores fotografías de este paisaje que parece sacado de otro mundo, creciendo en popularidad los últimos años gracias a las redes sociales.
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“La Cascada de Fuego” en fotografías.
Entre los cientos de curiosos que hacen su peregrinaje al Parque Nacional Yosemite todos los años para apreciar este raro acontecimiento de la naturaleza, el conocido fotógrafo americano Marc Bouldoukian, quien se especializa en retratos de la vida silvestre y los paisajes, logró capturar la magia de esta cascada con una cámara Canon R y un objetivo 100-500mm RF.
Por otro lado, para quienes deseen visitar en un futura el Parque Yosemite, también podrán deleitarse con otro paisajes asombrosos como el conocido “Half Dome”, un domo ubicado en el costado oriental del valle de Yosemite, en California. Se trata de un bloque de granito que alcanza los 1.440 metros por encima del nivel base del valle, lo cual lo convierte en uno de los acantilados más altos del mundo.