Bradley Bartell nunca imaginó que su apoyo a las políticas migratorias más estrictas se volvería en contra de su propia familia. El pasado febrero, su esposa Camila Muñoz, originaria de Perú, fue detenida en el aeropuerto de San Juan, Puerto Rico, a su regreso de la luna de miel que celebraron tras casarse. Aunque ambos habían iniciado los trámites para la obtención de la “green card” de Muñoz, la mujer fue interceptada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), argumentando que había permanecido en el país más tiempo del permitido por su visa anterior.
Según Bartell, quien reside en Wisconsin y votó por Donald Trump en las últimas elecciones, la detención de su esposa fue totalmente inesperada. “No es una criminal”, afirmó en declaraciones al medio USA Today, mientras expresaba su indignación por el trato que ha recibido Muñoz desde entonces. La mujer se encuentra recluida en un centro de detención para inmigrantes, compartiendo espacio con cerca de 80 personas y sin acceso a condiciones básicas de comodidad. Su contacto con el exterior está restringido únicamente a llamadas telefónicas, lo que ha dificultado la comunicación con su esposo.
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Este caso no es aislado. Organizaciones como la ACLU han advertido sobre el aumento de detenciones de inmigrantes que, como Camila, se encuentran en procesos legales para regularizar su estatus migratorio. Nora Ahmed, directora legal de la ACLU de Louisiana, destacó que ahora más que nunca los migrantes deben ser cautelosos, incluso si cumplen con los requisitos exigidos por la ley.
Endurecimientos de controles migratorios en el gobierno de Trump
El endurecimiento de los controles migratorios, bajo la administración actual, también incluye la posibilidad de detener a personas con procesos pendientes de residencia, si se determina que hubo algún incumplimiento anterior, como en el caso de Muñoz, quien habría excedido el tiempo autorizado por su visa de trabajo emitida en 2019.
Expertos legales advierten que este tipo de medidas podrían tener consecuencias graves para familias enteras, ya que ser considerado inadmisible puede impedir futuros trámites migratorios. Mientras tanto, Bradley Bartell se ha convertido en un defensor inesperado de una política migratoria más justa, asegurando que su esposa no representa ningún peligro y que lo único que buscaban era construir una vida juntos en Estados Unidos.
Finalmente, las autoridades migratorias recuerdan que los visitantes que superan el tiempo de estancia autorizado corren el riesgo de ser deportados y enfrentar sanciones que les impidan regresar al país por años. La única vía legal para evitar estas situaciones es solicitar extensiones antes de que venza el plazo permitido, aunque no siempre es garantizado que dichas peticiones sean aceptadas.
