Helena, una perrita rescatada por el refugio Vida con Perros en Madrid, España, vivió una experiencia agridulce tras ser adoptada por una familia que, apenas tres días después, decidió devolverla. Los adoptantes comunicaron su decisión a través de una clínica veterinaria, lo que sorprendió a los voluntarios del refugio, quienes celebraron la adopción como una victoria tras dedicar meses a la recuperación física y emocional de Helena.
Los adoptantes argumentaron que Helena no comía, no hacía sus necesidades, no era cariñosa y se mostraba distante. Comportamientos comunes en animales rescatados que requieren un tiempo de adaptación a un nuevo entorno. Desde el refugio lamentaron la decisión, recordando que adoptar implica asumir una responsabilidad de largo plazo y no simplemente llevar una mascota a casa como si se tratara de un juego.
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Del abandono, a un refugio: La historia de una perrita
Helena llegó al refugio a inicios de 2024 junto a su madre, una border collie, y varios hermanos, todos en condiciones críticas. Los animales estaban desnutridos, con heridas en el cuerpo, sin acceso a agua ni alimento y expuestos a los peligros del campo. El equipo de Vida con Perros se encargó de su recuperación: los alimentaron, desparasitaron, vacunaron y, con paciencia, les ayudaron a socializar.
Una vez recuperados, los cachorros fueron puestos en adopción y rápidamente encontraron hogar. Todos, excepto Helena. Pasaron semanas sin que nadie se interesara por ella, hasta que una familia cumplió con los requisitos del refugio y se la llevó a casa. La ilusión duró poco.
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Paciencia y el compromiso al adoptar
Desde Vida con Perros explicaron que Helena mostró señales normales en animales rescatados: temor, baja interacción y dificultades para adaptarse a un entorno nuevo. Estas reacciones, lejos de ser signos de rechazo o falta de afecto, son respuestas naturales de un animal que ha atravesado situaciones traumáticas.
Los especialistas insisten en que la adaptación puede tardar semanas e incluso meses, y que la clave está en brindar un entorno seguro, afectuoso y constante. La falta de comprensión por parte de la familia adoptante llevó a una decisión precipitada que afectó emocionalmente a la perrita.
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Helena sigue buscando un hogar responsable
Pese al mal momento, el refugio mantiene la esperanza de encontrar una familia que entienda lo que significa adoptar con responsabilidad. Helena está esterilizada, con las vacunas al día, hace sus necesidades fuera de casa, y se lleva bien con niños y otros animales. Solo necesita tiempo para adaptarse y desarrollar lazos de confianza.
Las personas interesadas en brindarle un hogar definitivo pueden comunicarse con el refugio a través de sus redes sociales o mediante el formulario de adopción disponible en sus canales oficiales.