Francia despertó este lunes con un revuelo inusual, puesto que un gesto captado por las cámaras en Hanói, Vietnam, ha colocado en el centro del debate a la pareja presidencial. Brigitte Macron, la primera dama francesa, aparece en un video aparentemente abofeteando a su esposo, el presidente Emmanuel Macron. La escena no ha tardado en viralizarse y ha desatado una ola de teorías, críticas y comparaciones.
El suceso ocurrió en la pista del aeropuerto de Hanói, donde la pareja aterrizó para una visita de Estado. Las cámaras captaron un momento inesperado. Brigitte extiende el brazo y golpea el rostro de Emmanuel. Él retrocede ligeramente, sorprendido, pero mantiene la compostura. Sonríe y saluda a los presentes, para después actuar como si nada hubiese ocurrido.
Instantes después, ofrece el brazo a su esposa para descender las escaleras del avión. Ella lo rechaza con una expresión seria. Le murmura algo y continúa adelante sin tomar su mano. Las imágenes comenzaron a circular de inmediato en redes sociales. “¿Qué le dijo Macron a Brigitte para que reaccionara así?”, se preguntaban los usuarios en X.
Comparaciones inevitables y teorías desatadas
La escena ha sido comparada rápidamente con el célebre gesto de Melania Trump en 2020, cuando retiró su mano al entonces presidente Donald Trump. Los medios franceses han retomado la historia con intensidad. En programas de televisión y columnas de opinión, la pregunta es la misma: ¿hay tensión en la cúpula del poder francés?. El gesto de Brigitte ha provocado más que simples memes. Analistas se preguntan hasta qué punto la primera dama influye en las decisiones del mandatario. Otros interpretan el momento como una muestra de una posible crisis personal.
Ante la creciente atención mediática, el Palacio del Elíseo se vio obligado a emitir un comunicado. Primero intentaron negar la autenticidad del video, insinuando que podía ser generado con inteligencia artificial. Más tarde, ante la presión, ofrecieron una versión conciliadora. “Fue una broma entre ellos, un momento de complicidad antes de comenzar el viaje”, afirmó un consejero presidencial a BFM-TV. Macron, por su parte, abordó el asunto durante una rueda de prensa en Hanói. “Nos reímos mucho juntos, no fue más que eso”, aseguró, intentando restarle importancia.
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Aunque el Elíseo suele evitar comentar la vida privada del presidente, esta vez la viralidad obligó a romper la norma. Mientras tanto, el debate sigue abierto. ¿Fue un simple gesto malinterpretado o una muestra de fricción en la cima del poder francés? Francia observa, analiza y, por ahora, especula.
