Lo que debía ser una fiesta del fútbol terminó en caos. La final de la Copa América 2024 entre Argentina y Colombia, disputada en el Hard Rock Stadium de Miami, se convirtió en un ejemplo de lo que no debe ocurrir en un evento deportivo de talla internacional. El partido se retrasó más de 90 minutos por desórdenes provocados por cientos de hinchas que, sin boleta en mano, irrumpieron en el estadio. Algunos ingresaron por ductos de ventilación y otros escalaron muros. La escena, viral en redes sociales, dejó expuesta la fragilidad de los controles de seguridad. Ante esto, las autoridades de Florida decidieron tomar una fuerte medida.
El gobernador Ron DeSantis firmó la nueva “Ley de intrusión en eventos de gran escala con entradas”, también identificada como CS/HB 1447. Esta norma convierte en delito grave de tercer grado el ingreso sin autorización a estadios durante eventos que superen los 5.000 asistentes.
Las consecuencias son serias, puesto que hay hasta cinco años de prisión y multas mayores a 5.000 dólares serán impuestas a quienes sean sorprendidos violando esta ley. Antes, colarse se castigaba como una infracción menor, con penas de hasta 60 días de cárcel. Ahora, la legislación refuerza las sanciones con el objetivo de evitar que episodios como el de la Copa América se repitan durante el Mundial de 2026.
Detenciones, demandas y repercusiones
Estados Unidos será una de las sedes del próximo Mundial de la FIFA junto con México y Canadá. Florida, que albergará varios partidos, busca blindar su imagen ante el mundo. Según la Oficina Ejecutiva del gobernador DeSantis, esta legislación modifica artículos claves del código penal para perseguir penalmente a quienes invadan propiedades durante eventos con control de acceso. El caos en la final no solo afectó a los hinchas sin entrada. También dejó por fuera a cientos de aficionados con boletas legítimas, quienes han anunciado posibles demandas contra la Conmebol y el estadio.
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Durante el incidente, al menos 20 colombianos fueron detenidos. Entre ellos, dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol, incluido su presidente, Ramón Jesurún. Las imágenes del desorden dieron la vuelta al mundo. El Hard Rock Stadium, casa de los Miami Dolphins, tuvo que cerrar sus puertas antes de colapsar por completo. Lo que ocurrió el 14 de julio de 2024 ya tiene eco legal. Y para Florida, colarse en un estadio ahora es mucho más que una simple travesura: es un delito.
