La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una nueva advertencia internacional. El aumento de casos de Covid-19 relacionados con la variante NB.1.8.1 está generando preocupación en el ámbito sanitario global. Aunque el nivel de riesgo sigue siendo “bajo”, según el informe oficial del 23 de mayo, esta nueva mutación del virus SARS-CoV-2 ya representa una proporción creciente de los contagios recientes.
La variante NB.1.8.1 está bajo vigilancia estrecha por el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus (TAG-VE). Hasta ahora, las vacunas continúan ofreciendo protección contra cuadros graves de la enfermedad. Sin embargo, la velocidad de propagación ha encendido alertas.
Al 18 de mayo de 2025, se habían identificado 518 secuencias de esta nueva variante en 22 países. Esto representa el 10,7% del total de muestras reportadas en la semana epidemiológica 17. Solo cuatro semanas antes, NB.1.8.1 equivalía apenas al 2,5% de los casos reportados. Este crecimiento sostenido sugiere una capacidad de transmisión significativa, aunque aún menor que la de otras variantes activas. LP.8.1, por ejemplo, sigue siendo la dominante con el 39% de los casos, aunque en descenso.
Recomendaciones clave de la OMS
El aumento más notorio de la variante del COVID-19 se ha registrado en la Región del Pacífico Occidental. Allí pasó del 8,9% al 11,7% entre las semanas 14 y 17. En las Américas subió del 1,6% al 4,9% y en Europa del 1% al 6%. En el Sudeste Asiático apenas se detectaron cinco secuencias. África y el Mediterráneo Oriental no reportan casos todavía. NB.1.8.1 desciende de la recombinante XDV.1.5.1 y fue detectada por primera vez el 22 de enero. Aunque no hay evidencia de mayor gravedad clínica, su capacidad para evadir la inmunidad es ligeramente superior a la de variantes previas.
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Frente a esta evolución, la OMS ha pedido a los Estados intensificar las pruebas de neutralización con sueros humanos y animales. Además, junto con su grupo asesor de composición vacunal, actualizará sus recomendaciones conforme surjan nuevos datos. La expansión de NB.1.8.1 no es una señal de alarma inmediata, pero sí un recordatorio de que la vigilancia epidemiológica sigue siendo vital.