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El sur gira a la derecha: Chile consolida el nuevo “bloque conservador” en la región

La victoria conservadora en Santiago ratifica la "fatiga del progresismo" y alinea al Cono Sur con las políticas de Milei.

El mapa político de América del Sur completó su reconfiguración este domingo. En una jornada histórica marcada por el voto obligatorio, José Antonio Kast (Partido Republicano) fue elegido como el próximo Presidente de Chile, logrando una victoria contundente que pone fin a la era del Frente Amplio y sella el surgimiento del “Bloque Conservador del Sur”.

Según los datos oficiales del Servicio Electoral (Servel), con el 99,8% de las mesas escrutadas, Kast obtuvo el 58,16% de los sufragios, superando ampliamente a su contendora, la candidata del oficialismo y exministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), quien alcanzó el 41,84%.

La “fatiga del progresismo”

El fenómeno chileno no es aislado. Analistas coinciden en que la región atraviesa una “fatiga del progresismo”. El electorado, que años atrás apostó por promesas de justicia social y cambio estructural, ha virado pragmáticamente hacia demandas básicas insatisfechas.

¿Qué impulsó el voto a la derecha en Chile?

  1. Crisis de seguridad: el aumento de la criminalidad y la presencia de bandas transnacionales como el ‘Tren de Aragua’ dominaron la agenda. La derecha ofreció “mano dura” frente a la percepción de permisividad del gobierno saliente.
  2. Estancamiento económico: la promesa de bienestar social chocó con una realidad de bajo crecimiento e inflación persistente, erosionando la base de apoyo de la izquierda joven.
  3. Desgaste institucional: la fatiga con los procesos constituyentes fallidos generó una demanda de estabilidad y certeza jurídica.

“La gente no votó por ideología pura, votó por supervivencia y orden. Es el mismo motor que impulsó a Milei en Argentina: la desesperación ante un Estado presente en el discurso pero ausente en las soluciones”, señala el politólogo chileno Patricio Navia.

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El efecto espejo en Colombia: reacciones y miradas al 2026

El triunfo de la derecha en el sur ha tenido un eco inmediato en Colombia, donde el clima preelectoral para 2026 ya se calienta.

  • La oposición celebra: sectores del Centro Democrático y partidos conservadores han calificado el resultado en Chile como un “vaticinio” para Colombia. Figuras como María Fernanda Cabal y líderes de Cambio Radical ven en el Cono Sur la prueba de que el ciclo de izquierda en la región es “un paréntesis fallido”. “Chile despertó, como lo hizo Argentina. Colombia será la próxima en recuperar el rumbo”, se leyó en múltiples mensajes de la oposición en la red social X.
  • El reto del oficialismo: desde la Casa de Nariño, el panorama se complica. El presidente Gustavo Petro, quien vio en el proyecto chileno de Boric a un aliado natural, enfrenta ahora un vecindario cada vez más hostil ideológicamente. Analistas locales advierten que este aislamiento regional podría influir en la estrategia del Pacto Histórico, forzándolo a moderarse o a enfrentar un posible voto castigo similar al chileno.

Un nuevo mapa regional

Con la victoria en Chile, se dibuja un corredor ideológico claro desde el Río de la Plata hasta el Pacífico sur. Este bloque, caracterizado por políticas de libre mercado, reducción del gasto público y un enfoque punitivo en seguridad, plantea un desafío directo a los gobiernos de izquierda que aún subsisten en el norte de Sudamérica (Colombia, Brasil y Venezuela).

La pregunta que queda en el aire para Colombia es si la “fatiga del progresismo” cruzará la frontera antes de las urnas de 2026.

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