Por: Diana Maria Rios –
Colombia, es el país que eligió el cambio, no la totalidad, pero si al parecer la mayoría, cambio que para mí, debe incorporar el trato digno a todo nivel de la sociedad con los ADULTOS MAYORES; creo que los derechos de la vejez son eclipsados por los del día a día y como hija de adulto mayor, cuidadora, amiga de adultos mayores, ecoactiva y abanderada de la SALUD MENTAL, es urgente darle voz a las diferentes necesidades que tenemos los humanos en cada etapa de la vida, como diría Dr., Mario Alonso Puig, al tener más JUVENTUD ACUMULADA.
Cambio, es tener mejores medios de acceso para personas con movilidad reducida, barandas, rampas, sillas de espera, domicilios, “cajas Lentas” como en algunos supermercados están haciendo esto, creando espacios de conversación, ayudando así a combatir la soledad, especialmente en los adultos mayores.
Creo que debemos incluir en todo nuestro diario vivir, estas alternativas si de verdad queremos hablar de un cambio revolucionario, que no sea la palabra cambio, sinónimo de alguien, sino que sea sinónimo de todos nosotros, que hemos decidido implementar soluciones adecuadas a cada etapa de la vida, para hacernos la vida más amable.
La atención médica, los espacios de disfrute y socialización, son factores determinantes en cómo se siente el adulto mayor y su entorno, somos la sumatoria de todas las variables que afecta nuestra vida y emociones, que hacen que el diario vivir sea complicado o más placentero.
Ver a mi papá en sus últimos alientos, siendo tratado con la indiferencia médica, es algo que no quisiera que nadie más viviera. Debemos ser más humanos, en todos los aspectos y saber que, si Dios lo permite, vamos a llegar todos a ser adultos con necesidades diferentes a las de hoy. Debemos equilibrar la dinámica social, fortaleciendo valores como el RESPETO, por quienes construyeron la sociedad que hoy disfrutamos las siguientes generaciones.
Lo que quiero para mí cuando tenga más juventud acumulada y que quiero desde ya para todos, es que exista un nuevo enfoque, en la comprensión, la atención prioritaria, nuevos restaurantes, cafés, gimnasios físicos y mentales, acompañamiento terapéutico y familiar, que nos permita ayudarnos a sentir mejor con nosotros mismos, donde el entorno sea propicio para tener una vida digna de calidad individual y familiar.
Necesitamos sanar las historias, los patrones de comportamiento y crear nuevas herramientas socio culturales y emocionales, que brinden una nueva oportunidad de disfrutar la vida, en otra etapa de la misma. Como hija de adulto mayor, pude observar en los diferentes procesos de sanación tan fuertes de mi padre, que su salud mejoraba mucho, al compartir con otros e incluir en su rutina, las salidas a la calle, a comer, a hablar, jugar juegos de mesa, a cambiar el entorno, que muchas veces termina sintiéndose como lugar donde se sueña con la antigua “libertad”
Esos momentos se convertían en medicina intangible, donde el estado de ánimo y de salud mejoraban notoriamente.
El Cuidado a los Adultos Mayores, debe vivir un cambio drástico y evidente, a esos papás, mamás, abuelos, abuelas, tíos y tías, a esos amigos y compañeros de camino, muchas gracias por compartir su tiempo y experiencias con sus seres queridos, los honro y los bendigo y deseo que nuestra Colombia y ojalá empezando por BUGA mi tierra, sea un punto de referencia para que los Adultos Mayores, comiencen de verdad a vivir como deber ser, sabroso, pero sabroso de verdad verdad.
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Y recuerda que el cambio es de MENTALIDAD
Te mando un abrazo de corazón a corazón, nos vemos la próxima, chao chao