El pasado 6 de noviembre, el representante a la cámara Miguel Polo Polo estuvo envuelto en una serie de polémicas tras desechar públicamente la obra artística en la Plaza Núñez del Congreso. Las cuales eran una decena de botas de caucho decoradas que representaban a cada uno de sus hijos víctimas de los llamados ‘falsos positivos’ en Colombia.
Así como un enfrentamiento físico con el representante del Pacto Histórico, David Racero, al pedirle que respeto a las madres de las víctimas y la memoria de los jóvenes afectados.
Durante todo el mes siguiente, el representante convirtió sus redes sociales en una plataforma para atacar la “falsedad” cifra de 6.402 asesinatos extrajudiciales cometidos por militares entre 2002 y 2008, mal llamados ‘falsos positivos’. Esto llegó al punto de ser refutado por el mismo presidente de la JEP, quien le dio una lista de 2000 nombres de jóvenes que fueron víctimas de esta práctica.
Incluso con estas actuaciones del presidente del tribunal, el representante de derecha siguió con sus afirmaciones que atacaban a las madres de los ‘falsos positivos’, hasta el día de hoy.
Cuando el Juzgado 30 Civil del Circuito de Bogotá falló acción de tutela contra de Polo Polo y ordenó que en un plazo no mayor a tres días deberá pedir perdón a la organización de Madres Falsos Positivos de Colombia, Mafapo, por los actos realizados contra la memoria de las víctimas de los falsos positivos en el Congreso.
El juez le ordenó al congresista que restaure la obra artística de las madres de Mafapo en las mismas condiciones en la que las mismas se encontraban antes de que la destruyera.
Además, consideró que Polo Polo vulneró los derechos fundamentales al buen nombre, la honra, dignidad humana, verdad judicial, reparación integral, reunión y el derecho a la garantía de no repetición que tienen todas las víctimas del conflicto armado en Colombia.