Los senadores Humberto de la Calle y David Luna, figuras clave en sus respectivos partidos, han decidido abandonar sus curules en el Senado, un movimiento que resalta el ambiente de cambio y anticipación hacia las elecciones presidenciales de 2026.
Este 27 de enero de 2025, Humberto de la Calle, ex candidato presidencial, presentó su renuncia al Senado. En una carta dirigida al presidente de la corporación, Efraín Cepeda, De la Calle argumentó que su decisión responde a la necesidad de “libertad e independencia” ante los eventos políticos que se avecinan en el país. Además, el senador expresó su agradecimiento a sus colegas por el apoyo recibido y destacó la importancia de actuar con autonomía en un contexto político cada vez más complejo.
Por otro lado, el senador David Luna, del partido Cambio Radical, también presentó su renuncia a la curul, donde manifestó su interés en convertirse en candidato presidencial independiente en las elecciones de 2026. Su decisión viene después de que anunciara en diciembre de 2024 su deseo de liderar un “renovación generacional” en Colombia. Además, explicó en su carta que su renuncia se produce para evitar usar recursos públicos durante su campaña presidencial, destacando su compromiso con la transparencia.
Los reemplazos de estos cargos
El reemplazo de Humberto en el Senado será León Freddy Muñoz, quien actualmente se desempeña como embajador de Colombia en Nicaragua. Muñoz ha expresado su intención de presentar su renuncia en los próximos días y se espera que asuma su curul el 7 de marzo de este año.
También, a pesar de que no se ha confirmado oficialmente quién reemplazará a Luna en el Senado, se rumora que Temístocles Ortega, quien obtuvo 57,999 votos en las pasadas elecciones, sería el sucesor natural. Ortega, quien fue embajador en Chile durante el gobierno de Gustavo Petro, aún no ha confirmado su aceptación al cargo.
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Las renuncias de De la Calle y Luna marcan el inicio de una serie de movimientos políticos que se aceleran hacia las elecciones de 2026. Con la consolidación de nuevos liderazgos y la reconfiguración de partidos, la política colombiana se prepara para un ciclo electoral decisivo.