El representante Miguel Polo Polo ha decidido dar un paso al costado en su cargo legislativo para embarcarse en un nuevo reto político. Su objetivo es convertirse en candidato presidencial, apostando por la recolección de firmas como estrategia inicial.
El congresista, que obtuvo su curul por la circunscripción especial afro, planea presentar su renuncia en las próximas semanas. Con esto, cerrará un capítulo en el que apenas habrá completado poco más de dos años en el Congreso. Su llegada a la política formal se dio tras su irrupción en redes sociales en 2018, donde se destacó por sus posturas firmes contra el presidente Gustavo Petro y su apoyo a Iván Duque
Desde sus días como influencer, Polo Polo ha sido un personaje polémico. Uno de los episodios más recientes ocurrió en el Congreso, cuando arrojó a la basura unas botas que formaban parte de una exposición organizada por las Madres de Soacha en memoria de los “falsos positivos”. Pese a la indignación de las activistas, un tribunal determinó que el representante no tenía la obligación de ofrecer disculpas por su acción.
Ahora, con la mirada puesta en 2026, Polo Polo deberá demostrar si su popularidad en redes se traduce en un respaldo suficiente para aspirar a la Presidencia de Colombia.
Posibles escenarios políticos
Aunque la vía principal que contempla es la recolección de firmas, Polo Polo también podría sumarse al grupo de precandidatos del Centro Democrático o respaldar a alguno de los nombres ya en contienda. Entre ellos se encuentran las senadoras Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín, así como los congresistas Miguel Uribe y Andrés Guerra. Su afinidad con Cabal, en particular, es bien conocida, aunque la senadora ha reiterado que seguirá en la carrera por la Presidencia.
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Entre sus propuestas de campaña, algunas recuerdan ideas promovidas por el actual presidente argentino, Javier Milei. Entre ellas, la reducción de ministerios y la legalización del porte de armas. Sin embargo, algunas de estas iniciativas no dependen directamente del Ejecutivo, lo que podría generar un debate sobre su viabilidad.
“El resto de ministerios eliminados los fusiono con agencias; ejemplo, el Ministerio de Agricultura con la Agencia de Desarrollo Rural y la Agencia Nacional de Tierras”, dijo. Los otros ministerios los bajó a secretarías con mucho menos inversión”, explicó.