La senadora y precandidata por el Centro Democrático, María Fernanda Cabal, aseguró que, junto a su partido, le propuso al expresidente Álvaro Uribe ser fórmula vicepresidencial o cabeza de lista al Congreso para las elecciones del 2026. Aseguró que la participación política de Uribe será clave para ese panorama electoral, en medio de una avanzada de la derecha para frenar la reelección del petrismo.
“La izquierda hundió en un nivel de incertidumbre tal el futuro de Colombia que Álvaro Uribe vuelve y se convierte en un referente, en una identidad de marca de lo que fue regresar a la posibilidad de desarrollar un país”, dijo Cabal. Por eso, la precandidata aseguró que, aunque él no ha dicho que no, tendrá que definir su futuro político.
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Desde el uribismo han sugerido varias veces que su líder sea vicepresidente o esté en el tarjetón electoral el próximo año. Figuras como el abogado Abelardo de La Espriella y la senadora Paloma Valencia, han insistido en esa posibilidad. Por ahora, Uribe no ha descartado su participación, pero sí ha dicho que prefiere concentrarse en otras cosas. Por ahora, es una voz activa de oposición al gobierno de Gustavo Petro y hace parte de la correría de campaña del Centro Democrático para 2026.
¿Uribe vicepresidente? Una posibilidad inviable
Que Uribe sea vicepresidente es un camino poco o nada viable. El artículo 197 de la Constitución asegura que “no podrá ser elegido presidente de la República el ciudadano que a cualquier título hubiere ejercido la Presidencia”. Por su parte, Uribe fue presidente de Colombia dos veces. Entre el 2002 al 2006 y luego del 2006 al 2010, al ser reelegido.
Tal como explica La Silla Vacía en este artículo, la excepción cobija a la figura vicepresidencial porque su función es reemplazar al presidente cuando esté ausente, bien sea de manera temporal o absoluta. Por eso, en el escenario hipotético en que el que Uribe sea vicepresidente y deba quedar como presidente en encargo o definitivo, acumularía un tipo de poder presidencial. Eso, según expertos, es lo que busca frenar la prohibición de la reelección.
Uribe enfrenta un juicio por presuntos falsos testigos
Más allá de la contienda electoral, el expresidente enfrenta un juicio por presuntos falsos testigos. Responde por los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal. Uribe es señalado de, supuestamente, sobornar a testigos en la cárcel a cambio de modificar sus testimonios sobre su injerencia en el paramilitarismo mientras fue gobernador de Antioquia.
En 2020 renunció a su curul en el Senado mientras cumplía una medida de aseguramiento domiciliaria en el marco de la investigación que la Corte Suprema de Justicia tenía en su contra. Por eso, su caso pasó a manos de la Fiscalía. Sin embargo, no fue hasta abril del año pasado que la Fiscalía lo llamó a juicio.
En medio de la carrera política, Uribe debe demostrar su inocencia. La Fiscalía tiene plazo hasta octubre de este año para definir su situación jurídica, de lo contrario, el caso prescribirá. Además, la Corte Suprema lo investiga por presunta financiación irregular en su campaña al Senado en 2018.
En caso de ser encontrado culpable y ser condenado, las posibilidades de Uribe para llegar a la contienda electoral son nulas. La Constitución también prohíbe que alguien que haya perdido su curul o haya sido condenado llegue a la Presidencia y/o Vicepresidencia.
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