Mientras en Gaza se agrava la crisis humanitaria por la falta de alimentos, en Colombia la solidaridad con esa situación encendió un nuevo debate. Gustavo Bolívar, exdirector del Departamento de Prosperidad Social (DPS) y aspirante presidencial, publicó el 27 de julio un mensaje que desató la polémica al proponer a los colombianos hacer un ayuno de 24 horas como gesto simbólico de empatía.
“El terrible genocidio que comete Netanyahu, ante el silencio cómplice de la mayoría de naciones, nos devuelve como humanidad a los años del Holocausto”, escribió Bolívar en su cuenta de X. Añadió que morir de hambre “es mil veces peor que morir destrozado por una bomba”, y que el ayuno permitiría entender el sufrimiento de los niños gazatíes.
Pero el llamado humanitario fue recibido con rechazo por muchos usuarios en redes sociales, quienes lo acusaron de ignorar la dura realidad de su propio país. “Pregúntele a los niños de La Guajira”, escribió un usuario. Otros le recordaron que en Colombia también hay hambre, desnutrición y muertes evitables. “Deje de preocuparse por otro país. Colombia tiene suficientes problemas”, fue uno de los comentarios más compartidos.
Exportaciones bajo tensión
En paralelo al revuelo causado por Bolívar, el Gobierno nacional anunció una decisión que profundiza su distanciamiento con Israel. El presidente Gustavo Petro ordenó a la Armada Nacional impedir la salida de embarcaciones con carbón colombiano con destino a ese país, como parte de la política exterior que denuncia lo que considera un genocidio en Gaza.
Además, el Gobierno divulgó la instrucción luego de que se conociera la salida del buque Fortune desde el puerto de Ciénaga (Magdalena), con destino a Hadera, Israel. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, denunció el caso en sus redes sociales, tras recibir reportes de trabajadores mineros del Caribe colombiano.
El mandatario consideró la exportación una afrenta a su gobierno, convocó una reunión con el Ministerio de Trabajo y sindicatos, y exigió explicaciones al Ministerio de Comercio. Según el Ejecutivo, cualquier embarque que contradiga la restricción será considerado un incumplimiento grave de la normativa presidencial.
¿Compromiso internacional o abandono local?
Para algunos sectores, las acciones del gobierno colombiano frente al conflicto internacional reflejan una postura ética y coherente. Para otros, como lo evidencian las reacciones al mensaje de Bolívar, se trata de una desconexión con los problemas internos más urgentes.
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El contraste entre el llamado a ayunar por Gaza y la falta de soluciones efectivas frente a la desnutrición infantil, el abandono estatal en regiones como La Guajira o la violencia persistente en el Catatumbo, reaviva el debate sobre las prioridades del liderazgo nacional. Mientras Colombia alza la voz en la escena global, muchos ciudadanos piden que también escuche el clamor de quienes tienen hambre en casa.